El lunes en el comité federal se vio el primer síntoma: José Luis Ábalos, el secretario provincial del PSPV en Valencia tomaba la palabra ante el máximo órgano entre congresos: "Tras las elecciones municipales lo que hizo el comité valenciano fue apoyar a su secretario general. Le dio un cheque en blanco porque entendía era mejor. Fruto de eso, hemos pactado con fuerzas nacionalistas como Compromís". Y añadió tras el cuestionamiento del pacto con Podemos: "¿Eso significa que hay que poner en cuestión todos los pactos? ¿También el de Compromís en la Comunidad Valenciana?".
Sus palabras resonaron con fuerza ante los 250 miembros del comité ante los que no estaba ya su barón, Ximo Puig, que se había marchado ya "para no escucharle". Sin su presencia, pidió "que se le de a Pedro Sánchez el mismo apoyo que tuvo Ximo Puig para formar gobierno" y abogó por posponer el cónclave para lograr que así ocurra.
El cuestionamiento de la posición de Puig en el comité, respaldando a Susana Díaz y otras federaciones -hasta cinco junto a Andalucía, Castilla-La Mancha, Asturias y Aragón-, ha continuado posteriormente en la Comunidad Valenciana. Según fuentes socialistas "las federaciones están completamente divididas" y son muchos los cargos medios, sobre todo alcaldes, que no respaldan la posición defendida por sus barones de solicitar un congreso cuanto antes y poner palos en la rueda de Pedro Sánchez para formar gobierno. Así ocurrió en Asturias, donde se han producido reuniones de la federación con Javier Fernández donde varios secretarios provinciales han manifestado su rechazo a su negativa de aplazar el cónclave.
Es en este contexto en el que se explica que dos de los cinco barones que se rebelaron contra la Ejecutiva hayan dado marcha atrás apenas 72 horas después. Es el caso de Comunidad Valenciana y Castilla La Mancha. El primero, Ximo Puig, dejaba caer anoche su primer paso atrás: "No hay que tener prisas por quemar etapas", decía uno de los mayores aliados con los que cuenta Susana Díaz junto a Javier Fernández, que ahora ve "razonable" que el congreso se celebre en primavera.
Algo más ambiguo es Emiliano García Page, pero no esta ocasión. Su apoyo a los críticos le ha comenzado a pasar factura en su alianza con Podemos en CLM que han dejado abierta la posibilidad de no apoyar sus presupuestos regionales por "estar más ocupado en las cuestiones internas del partido que en Castilla La Mancha. Está siguiendo la senda de María Dolores de Cospedal".
La respuesta de Page ha sido inmediata: este martes aclaraba que "Pedro Sánchez tiene el apoyo del partido y no se cuestiona su liderazgo" y este miércoles se olvidaba del Congreso del PSOE para pedir que se traslade en España un gobierno PSOE-Podemos como el que el preside.
Problemas con sus socios y división territorial que, entiende Ferraz, impedirá que los críticos barones presenten firmas contra el aplazamiento del Congreso que se celebrará en primavera, según ratificó César Luena y este miércoles los miembros de la Ejecutiva Óscar López y Patxi López. La dirección federal es optimista porque creen con esta división "nadie puede arriesgarse a presentar firmas en Madrid demostrando que tienen la federación partida y hecha unos zorros", dicen a LD.
"Susana no se va a atrever"
Optimistas también en relación a que la división favorece el liderazgo de Pedro Sánchez y servirá para que Susana Díaz no se atreva a dar el salto a Madrid y presentarse a unas primarias contra Pedro Sánchez. Son muchos los que creen que "ha llegado el momento de que Susana se decida" pero nunca antes un miembro de la Ejecutiva lo pedía tan abiertamente como ha hecho Patxi López este miércoles: "Es ella quien debe responder a la pregunta de si está dispuesta a forzar un relevo".
Mientras se especula con que la baronesa prepara ya su relevo en Andalucía, las fuentes consultadas creen que "es una herramienta de presión". Hablan de "una fontanera" que "jamás ha asumido riesgos" y que en este caso sería asumirlos todos a la vez: dejar la federación mas potente del PSOE, batirse en duelo con Pedro Sánchez en unas primarias y para perder unas elecciones. "No lo va a hacer", confía la dirección federal del PSOE una vez que ha llegado el momento de decidir.