Primera batalla ganada y ahora, a por la segunda. El entorno de la baronesa socialista ya manifestó su "sorpresa" el pasado lunes cuando Pedro Sánchez anunció su voluntad de posponer el calendario de congresos, inlcuido el federal que debe ratificar su liderazgo en el mes de febrero. La Ejecutiva del PSOE acordó este aplazamiento que debe ser decidido por el Comité Federal del PSOE, el máximo órgano entre congresos que se reúne este lunes en Ferraz 70. Y eso es lo que están advirtiendo a la dirección socialista la mayoría de los barones a puerta cerrada en la sala Ramón Rubial de la sede socialista.
La batuta la volvía a llevar Susana Díaz que nada más llegar a Ferraz y ante las cámaras de televisión manifestó su rechazo a la decisión de Sánchez: "Nosotros somos un partido que tenemos sus estatutos. Y el congreso se hará cuando toque, que lo marcan los estatutos". Primer posicionamiento en torno a una fecha marcada en el calendario: 3, 4 y 5 de febrero, que es cuando se celebró el último congreso ordinario, el 38º Congreso en Sevilla, en el que fue elegido Alfredo Pérez Rubalcaba. Y segundo, en torno al único órgano que podría modificar los plazos, no la Ejecutiva, sino "el comité federal es quien debe de decidir".
La misma posición que manifestó el presidente y barón asturiano, Javier Fernández, en contra también del aplazamiento, fue el primero en quejarse de la decisión de la Ejecutiva y el primero en marcharse de la reunión. Según confirman fuentes socialistas a Libertad Digital, la posición fue secundada también por el valenciano Ximo Puig, que si bien no interviene en el Comité por ser miembro de la Ejecutiva, dejó clara su posición por boca del representante valenciano de la Ejecutiva, el secretario de Organización del PSPV quien repitió lo dicho por su jefe de filas a su llegada a Ferraz: "Yo creo que lo normal es que sea en el tiempo que toca y que las bases tengan oportunidad de decidir". Esto es: primarias, otra vez.
Históricos en Ferraz
No es un Comité Federal al uso sino uno trascendental. Así lo evidenciaba la presencia por primera vez en los últimos años de históricos dirigentes del PSOE como Joaquín Almunia, José Blanco o Gaspar Zarrías. Su llegada a Ferraz daba buena cuenta de la situación de clímax de una historia de enfrentamiento entre el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y la presidenta de la federación más potente y numerosa del PSOE, Susana Díaz, en los últimos dieciocho meses.