Mariano Rajoy asegura que se encuentra "de buen humor" y "contento" ya que la campaña le está beneficiando porque, poco a poco, los españoles se están dando cuenta de que la suya es la única opción fiable que permitirá seguir creando empleo. "Sube día a día", según sus estrategas, aunque todavía no llega al 30% de los votos. En este sentido, aprovechó el ecuador de la campaña para darse un impulso a golpe de anuncios positivos. Primero en TVE y después en Canarias, el candidato avanzó que quitará el IRPF a mayores que sigan trabajando, jóvenes que accedan a su primer puesto de trabajo y a parados que monten un negocio. Y, en paralelo, ninguneó al resto de fuerzas, en especial a Ciudadanos: "Si entramos en experimentos, ya no quiero pensar qué puede ocurrir".
En concreto, el presidente prometió que, si revalida la confianza de los españoles, eliminará el pago del IRPF durante el primer año a quienes encuentren su primer empleo y tampoco tributarán por este impuesto las personas que decidan seguir trabajando una vez cumplida la edad de jubilación. Si bien, en ambos casos, habrá límites que no concretó y si estos se superan, sí habrá que pagar el impuesto. "Si se recibe un sueldazo, pues sí, en ese caso se pagará IRPF", destacó Rajoy en TVE. Además, propuso que los parados que monten un negocio no paguen dicho impuesto durante los dos primeros años.
Un recital de buenas nuevas que continuará hasta que termine la campaña y que, en opinión de Rajoy, le diferencia del resto de sus rivales ya que él "tiene balance de gestión" y ahora "puede hacer las cosas que antes no pudo porque había que poner las cosas en orden", según su equipo de campaña.
Rivera en la diana
Tras los anuncios, llegaron las críticas a sus adversarios. Principalmente, a Albert Rivera, aunque siga sin citarle expresamente. En Tenerife, se revolvió contra los candidatos que "en un cuarto de hora quieren ser presidente del Gobierno" y recordó que él "empezó pegando carteles hace muchísimos años, después de las doce de la noche, porque antes estaba opositando". "Este es un partido, una organización, nació de la base y no apareció en un plató de televisión", aseveró. En Las Palmas, las críticas se recrudecieron: "Sería un error apostar por la nada… oyendo algunas cosas, yo me admiro. No sé si estoy en otra onda", llegó a declarar Rajoy.
Antes, José Manuel Soria pidió al votante tradicional del PP que no se equivoque y vuelva a casa: "Aquí no hay fotocopias, hay que votar al original, hay que votar a Mariano", emplazó ante más de 2.000 simpatizantes. El candidato dio sus argumentos: "Un partido y un Gobierno no se improvisan, los partidos no se inventan aunque a veces nos llevemos berrinches… este no es un laboratorio, aquí pueden salir a hablar 5.000 en un minuto".
La tesis de Rajoy es que Rivera todavía es demasiado joven, sin experiencia y sin equipo detrás. "Conocemos a uno, a uno y medio o tal vez a dos", menospreció a los candidatos de Ciudadanos. Ya lo hizo Pablo Casado en una entrevista en este diario, cuando denunció que no se han impreso carteles de los representantes provinciales, sólo de Rivera, y en Madrid nadie sabe "quién es el número dos". "Se busca presidente del Gobierno. País de la UE con más de un billón de euros de PIB busca presidente. No es imprescindible experiencia en gestión, ni en economía, ni en ningún otro puesto de responsabilidad", es la publicidad que el PP ha estrenado este mismo jueves.
Por su parte, sobre Pedro Sánchez, el presidente no llegó ni mucho menos tan lejos como el martes en Sevilla, cuando le dio prácticamente por amortizado. De hecho, en TVE, pareció que salía en su auxilio al afirmar que sigue siendo su "adversario político más importante" como lo ha sido "a lo largo de casi cuarenta años", aunque tuvo que reconocer que "todas las posibilidades están abiertas". Este diario ya avanzó que sus propios sondeos apuntan a que "la segunda posición está en un pañuelo" y, en algunos casos, Rivera ya saca más votos aunque no más escaños.
En los mítines de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, el guiño más duro contra el PSOE fue el que repite desde que empezó la campaña. "Hemos hecho la parte más importante de la tarea y lo peor sería dar marcha atrás, es una enorme equivocación", afirmó, por poner un ejemplo. Dicho esto, los suyos reconocen que el cara a cara con Sánchez del próximo lunes marcará un punto de inflexión, y que dependiendo de como salga podría incluirse modificaciones en la estrategia.
"No es lo mismo ir a tomar café con leche con amigos que ir a un debate", aseveró Rajoy, confirmando que ya se lo está preparando. Y, una vez más, se revolvió contra un posible pacto de perdedores que le eche de la Moncloa aun siendo el más votado el 20 de diciembre. "Es importante que tengamos una buena diferencia -con el segundo-, porque una etapa de inestabilidad política no conduce a nada bueno... espero que el buen sentido inunde España antes y después de las elecciones".