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Vicente Vallés vence por goleada a Ana Pastor

El director del telediario de Antena 3 venció de largo a su contrincanta, pulverizó a Sánchez y trituró a Pablemos y todo ello sin mover una ceja.

El director del telediario de Antena 3 venció de largo a su contrincanta, pulverizó a Sánchez y trituró a Pablemos y todo ello sin mover una ceja.
Vicente Vallés y Ana Pastor | EFE

Mientras los tres candidatos y medio a la presidencia del Gobierno peleaban anoche entre sí por el voto de los indecisos, ante las cámaras de A3 Media se producía otro enfrentamiento en el terreno meramente mediático. Es el que tuvo lugar entre los presentadores del debate del año, Ana Pastor y Vicente Vallés. El director del telediario de Antena 3 venció de largo a su contrincanta, pulverizó a Sánchez y trituró a Pablemos y todo ello sin mover una ceja, que ya es tener frialdad.

Los que solemos ver a Vallés en el informativo de sobremesa recitando las noticias con ese tono de oficinista aplicado, no pensábamos que iba a ser capaz de sobreponerse a una especialista en acaparar protagonismo como su compañera de reparto anoche en el plató. El presentador del telediario de A3 parecía llamado a desempeñar el noble papel de sujetar los folios de Ana Pastor, cuando ella se centrara en interrumpir a los candidatos con cara de mucha intensidad. Sin embargo, Vallés fue el único que supo mantener el interés del programa con sus entradillas acusatorias, sus preguntas comprometidas y sus repreguntas aún más temibles. De no estar él, el debate hubiera sido, una vez más, una sucesión de monólogos a cual más aburrido.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias lo pasaron mal anoche y no fue a causa de los otros rivales. Los dos líderes de la izquierda han llegado a tal nivel de irrelevancia que el discutir con ellos ya hace perder votos a cualquier candidato, de ahí que ni Rivera ni Soraya les hicieran mucho caso. Vallés, en cambio, les hizo las preguntas que ninguno de los dos esperaba y, en el caso de Iglesias, le pidió explicaciones sobre un disparate monumental que, de otra forma, hubiera pasado desapercibido. Fue cuando Pablo Iglesias, asesor visitante de demócratas bolivarianos y profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense, afirmó que los andaluces votaron en un referéndum independentista cuando se manifestaron a favor de la autonomía en diciembre de 1977. "¡Pero si no había ni siquiera internet!", fue lo único que se le ocurrió replicar al pobre candidato socialista. En treinta segundos, y con sólo una pregunta, ambos quedaron perfectamente retratados.

El resultado es que el líder podemita, gran ignorante en todas las materias que debe dominar cualquier aspirante a presidir un Gobierno, hizo anoche el ridículo con una intensidad que dañaba los sentidos. Pedro Sánchez, por su parte, es la triste imagen de la más pura irrelevancia política. Rivera estuvo bien, pero sin alardes, y Soraya correcta en su papel de eficaz subsecretaria para asuntos jurídicos. Sólo Vicente Vallés destacó por encima de todos. Incluso de Ana Pastor, que ya es decir. La Academia de la Televisión debería elegirlos para el cara a cara entre Rajoy y, válgame Dios, Pedro Sánchez del próximo día 14. El resultado podría ser, de nuevo, espectacular.

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