Ha sido el tema más sonado de los últimos días. La supuesta oferta de Pedro Sánchez a Ciudadanos y Podemos para formar un tripartito gane o pierda las elecciones. Un frente anti-PP que ha generado malestar en la dirección del PSOE y concretamente en Pedro Sánchez, quien se ha quejado ante los periodistas en los corrillos del día de la Constitución: "Yo nunca he dicho eso", ha dicho tras pedir a la prensa "que no entremos en un bucle con algo que no ha dicho".
El candidato del PSOE mostraba su enfado por lo que consideran, cuanto menos, una mala interpretación de las palabras de Sánchez el pasado viernes en Barcelona cuando ofreció un "programa común" a todas las formaciones políticas "se llamen como se llamen" y citando expresamente a Ciudadanos y Podemos pero también a IU y PNV. Y todo, sólo bajo una exigencia: "sacar un voto más que el PP", siendo "la primera fuerza" e insistió "sólo puede pasar si sacamos un voto más que Rajoy".
En conversación informal con periodistas, y tras charlar animadamente con Susana Díaz y Emiliano García-Page, el líder del PSOE no ha explicado cuáles son sus planes de futuro en materia de pactos post electorales pero sí ha dejado claro que "muchos caminos conducen a que gobierne el PP, pero solo uno a que no gobierne". De ahí, que a oferta de hoy haya sido "tender la mano a todas las formaciones políticas", no sólo a dos que, entiende, no juegan en la misma liga que PP y PSOE.
Sobre las encuestas, se ha mostrado confiado en que el PSOE "será la primera fuerza" y ha renegado de las expectativas que apuntan a lo contrario. "El voto útil en estas elecciones, es más útil que nunca" porque "el partido se juega entre dos formaciones que compiten por la primera plaza y otros que lo hacen por la medalla de bronce". Según sus cálculos, quien más tiene que pescar en el caladero de votos de los indecisos es el PSOE porque se sitúan cercanos ideológicamente a los socialistas en el trabajo de campo del CIS. Un sondeo al que le resta credibilidad sin embargo en lo relativo a los resultados y sus ocho puntos del distancia con el PP porque "hace cuatro años también le dieron al PSOE menos de lo que tuvo".
No obstante, Sánchez reconoce que él es el candidato que más difícil lo tiene porque la "diferencia es que yo hago dos campañas: una en las televisiones y otra en las 52 circunscripciones del PSOE" en toda España, a diferencia de la "Podemos y Ciudadanos, que sólo están en las televisiones" y Rajoy que "no quiere hacer campaña porque no le interesa". A su favor, tiene "una ventaja. que yo llevo quince meses pateando el territorio" desde su campaña a las primarias, y cuenta "con estructura de partido", a diferencia de los emergentes. Algo que le permite movilizar el voto en el terreno durante los quince días de campaña electoral sin tener un techo de cristal.
Debates
El líder del PSOE se marchó pronto del Salón de Pasos Perdidos del Congreso para preparar el debate del lunes en Antena 3, que considera no será "ni más ni menos difícil" que el que ya mantuvo con Pablo Iglesias y Albert Rivera sino "diferente" y exige "adaptarse al formato" de bloques, preguntas y moderadores.
Su estrategia consistirá en focalizar su mensaje contra el PP, no tanto en Soraya Sáenz de Santamaría como en la ausencia de Rajoy. La vicepresidenta será, por tanto, su principal rival, y no los candidatos emergentes, y niega Sánchez que el componente machista pueda jugar un papel relevante, como ocurrió en el debate Cañete/Valenciano de las elecciones europeas: "Eso en España ya está superado".
Lo que sí ha llamado la atención de los informaciones ha sido la consideración de que este debate es "menos relevante" que su cara a cara con Mariano Rajoy la semana que viene en la Academia de TV, y que tendrá "menos audiencia" que el tradicional debate bipartidista.