El PSOE hace equilibrismos entre su apoyo al Gobierno en el pacto contra el terrorismo yihadista y el No a la Guerra que enarboló en 2004, cuya bandera le arrebatan ahora Podemos y las plataformas del mundo de la cultura. Una equidistancia que lo sitúa en un terreno intermedio en el que, como el Gobierno de Mariano Rajoy, evita tomar posiciones extremas y con la que se explica el doble discurso de la responsable del programa electoral, Meritxell Batet, este martes en Ferraz.
En rueda de prensa y preguntada por Libertad Digital, Batet aseguró que"el No a la Guerra simbólico continúa formando parte de lo que defendemos", pero al mismo tiempo dio a entender que no acudirán este sábado a la manifestación convocada con tal lema porque "no es en estos momentos el punto en el que estamos", ya que España no ha decidido aún la envergadura de la ayuda que prestará a Francia. Sin embargo, tampoco lo descartó:"No sabemos todavía si vamos a ir o no", dijo Batet tras explicar que el sábado la dirección federal tiene previsto asistir a otra manifestación en contra de la violencia de género "que es una lacra que nos afecta como sociedad".
Un equilibrismo en el que el PSOE cuida muy bien sus palabras, especialmente al referirse a sus colegas socialdemócratas franceses cuyo primer ministro, Manuel Valls, ha participado en numerosas ocasiones en campaña electoral con Pedro Sánchez, y de ahí que la condena de los bombardeos que antaño reprochaban a George Bush se aleje de las posiciones que ahora esgrimen públicamente con Françoise Hollande. "Son decisiones de otro Estado en un contexto, unas circunstancias y con unas decisiones que son muy libres de tomar", dijo Batet al ser preguntada reiteradamente sobre los bombardeos en Siria.
El PSOE no está cómodo en esta ambigüedad y por eso lo que sí respaldan internamente es que el Gobierno descarte concretar la ayuda a Francia hasta después de las elecciones del 20 de diciembre. Preguntada por esta cuestión, la responsable del programa electoral socialista se limitó a decir que "Francia tiene el quinto ejército más fuerte del mundo y difícilmente España le podrá prestar mucha ayuda". Ayuda que, dicen en el PSOE, "Francia no ha concretado" aún.
Sí aprovechó para cargar contra Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, a quien reprochó ser "el único partido y representante de cualquier estado que propone enviar tropas. Francia no lo ha propuesto, EEUU tampoco y, por tanto, no se contempla el envío de tropas a Siria. El único es el señor Rivera".
La posición pública del PSOE sigue pasando por una solución política que descarta el envío de tropas pero que no se moja sobre otras "líneas de actuación", más allá de "una inteligencia común" de los aliados "intercambiando toda la información de la que disponen" y que "las fuerzas de seguridad trabajen conjuntamente para ser mas eficaces, ataque a todas las líneas de financiación y buscar la complicidad con las comunidades musulmanas porque es la que tienen mayor legitimidad".
La amenaza del Estado Islámico, el pacto antiterrorista, la irrupción de su competencia por la izquierda en Podemos y la afiliación socialista de la presidencia francesa hacen que el PSOE huya ahora de una campaña campaña electoral centrada en el 'no a la guerra'.