Ha tardado en darse cuenta, pero el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, dice ahora, después de su contestado protagonismo en la campaña de las elecciones catalanas y su esperpéntico debate con Oriol Junqueras, que lo que ocurre en Cataluña "es una sublevación en toda regla".
Además, siempre según el ministro que ha participado en el programa Espejo Público de Antena 3, esta sublevación se ve agravada por dos cuestiones: "Que se hace desde un órgano del Estado" como el parlamento catalán y que sus promotores "no han tenido inconveniente en partir la sociedad catalana en dos".
En este sentido, y a pesar del papel que el propio Margallo ha protagonizado en los últimos tiempos en la cuestión catalana, el ministro ha asegurado que "ya no es la hora de la seducción" sino que "hay que atajar la sublevación".
"No soy un arrogante"
El ministro ha hablado también de la polémica alrededor de sus cruces de declaraciones con el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, asegurando que ambos "echamos unas risas el otro día" sobre "cosas que en el calor de la vida política a veces ocurren".
Margallo ha asegurado que lo que dijo de que "Montoro era un ágrafo no lo dije para ser publicado", a pesar de que lo dijo en una conversación con una periodista que él sabía que estaba siendo grabada.
El de Exteriores ha dicho también que él es "todo menos un arrogante intelectual" –que fue una de las acusaciones que vertió Montoro-, aunque admite serlo "a ratos, cuando me pongo a escribir, pero arrogante en ningún caso".
La guerra de Irak
Margallo también se ha expresado sobre la polémica de la guerra de Irak. El ministro de Asuntos Exteriores ha afirmado este lunes que él "nunca" estuvo de acuerdo con la entrada de España en la guerra de Irak, porque España no tenía intereses en la zona, pero ha añadido que una vez que el Gobierno toma una decisión se acepta y "se sigue".
Margallo ha añadido que la guerra de Irak ha tenido unas "consecuencias regulares" y ahora la inestabilidad "se ha extendido como una mancha de aceite y ha llegado a Libia", de manera que ahora España sí tiene intereses en la zona.
Margallo ha asegurado que, igual que no estuvo de acuerdo con esa decisión, ahora hay "muchas cosas" en las que no está de acuerdo con el Gobierno del que él forma parte. Según ha dicho, en el seno del Ejecutivo todos se expresan "con enorme vehemencia y terquedad" pero el presidente, Mariano Rajoy, "ejerce el liderazgo de forma extraordinariamente efectiva y cuando se toma una decisión se adopta por todos sin rechistar".