Por España y por la igualdad de sus compatriotas, Mariano Rajoy llamó a fuerzas políticas y sociales a entenderse. Por primera vez, reclamó a todos ellas –sin especificar siglas- altura de miras para consensuar un mismo discurso "en defensa de la unidad y de la soberanía nacional". Y ya aventuró que detrás tendrán a los "45 millones de españoles". "Si en algún momento un país tiene que estar junto es hoy", sentenció en un acto del PP en Cabra (Córdoba), en el que no pararon de escucharse "vivas" a España.
Con el respaldo de Pedro Sánchez y Albert Rivera y su primera fotografía con Pablo Iglesias este mismo viernes en la Moncloa, Rajoy se envolvió en la bandera del patriotismo. "Vamos a hacer frente a esta situación juntos, todos juntos", afirmó, repitiendo una y otra vez que la quimera de Artur Mas y sus socios nunca llegará a hacerse realidad. Más aún, precisó, cuando "todos" los partidos constitucionalistas comparten el diagnóstico.
Ahora, el jefe del PP calificó la cuestión catalana como el problema más grave al que se enfrenta el país y de sus palabras se desprende que se ve con el respaldo de la inmensa mayoría de la sociedad para frenarlo. "Vamos a defender juntos la igualdad de los españoles", dijo, con independencia de su lugar de nacimiento o sus pensamientos. Y prometió: "Estad seguros, esto va a terminar bien. Lo malo es que ha empezado mal, pero todos unidos vamos a conseguir que esto termine bien".
De nuevo, eso sí, Rajoy no mencionó ni el artículo 155 de la Carta Magna ni ninguna otra herramienta que tiene a su alcance para frenar la amenaza. El mensaje que quería transmitir era que hoy, por fin, una importante mayoría política va de la mano contra los separatistas. "Juntos", fue la palabra que más utilizó, para a renglón seguido justificar la "prudencia" en su respuesta. Eso, recalcó, le ha diferenciado de los separatistas.
En Cabra, el candidato volvió a darse un baño de multitudes. Cientos de personas le acompañaron en su paseo, cuando acudió a firmar en el libro de honor del ayuntamiento y en el mitin, donde lanzó su arenga en favor del consenso y la unidad. "Con proporcionalidad, con inteligencia y legalidad" frente a quienes "quieren liquidar la ley", repitió.
Ban ki-moon pide una "España unida"
Así, a dos meses de las generales, Rajoy quiere poner todo el foco de atención en Cataluña. Sus asesores creen que un discurso de firmeza y unidad es positivo para sus intereses, y ya por la mañana se encargó de lanzar el primer aviso a Juntos por el sí y la CUP. Fue ni más ni menos que en el Palacio Real, ante Don Felipe y Doña Letizia, y con la ayuda de Ban Ki-moon, el secretario general de la ONU, que apoyó la pervivencia de una "España unida".
Tras ese espaldarazo, uno más de los muchos mandatarios internacionales que se han sumado a la consigna de la Moncloa, el presidente alertó de que quienes no respetan el principio de la integridad territorial no pueden ser admitidos en una comunidad internacional que se rige por la ley. "La comunidad internacional no les acogerá en su seno. Quienes así lo pretendan en sus ensoñaciones pueden abandonar toda esperanza", afirmó, según recoge la agencia EFE.
Además, Rajoy avisó de que "las mayores catástrofes del siglo XX y los más desgarradores conflictos del siglo XXI han tenido y tienen como origen o agravante" la violación del principio de integración territorial. José Manuel García-Margallo se sumó a esta teoría: "A ningún Estado le interesa una España cuya voz se debilite y se fragmente. Nadie lo desea y nadie lo aceptará", recalcó.
Este viernes, el presidente despachará con Rivera, con el que da por descontado el entendimiento, y con Iglesias, del que espera -al menos- algún gesto en defensa de la legalidad. En todo caso, según las fuentes consultadas, a Rajoy le interesa principalmente que el eje constitucionalista esté unido. De hecho, tanto el líder de Ciudadanos como el del PSOE ya saben su hoja de ruta, que pasa por agotar todas las vías antes de tener que recurrir al artículo 155 de la Constitución. Ahora bien, "si hay que utilizarlo", dice su entorno, "no nos temblará el pulso".