Mariano Rajoy pretende convertirse, a ojos de la opinión pública, en el gran referente del centro-derecha europeo. Durante meses, el Gobierno y el partido que le sustenta han trabajado arduamente para convertir la cumbre del PPE -que este jueves da inicio en Madrid- en un gran mitin de precampaña, en el que el presidente sea encumbrado por parte de sus colegas del Consejo Europeo. "Vienen a testimoniar que muchas cosas se han hecho bien", según el resumen Antonio López-Istúriz, secretario general desde 2002 y uno de los grandes artífices de la cita.
El objetivo del PP español es que quede claro que la inmensa mayoría del poder europeo quiere que Rajoy siga siendo el inquilino de la Moncloa. "Fuera lo tienen mucho más claro que aquí. En Bruselas o en Berlín, saben que pueden confiar en el presidente porque cumple sus compromisos", según fuentes diplomáticas. En otras palabras, que es ejemplo de reformismo y de control del déficit público, y de ahí que hoy lidere el crecimiento económico y la creación de empleo entre las grandes potencias de la UE.
Así, a pesar del tirón de orejas del comisario de Asuntos Económicos -el socialista francés Pierre Moscovici- a propósito de los Presupuestos, Rajoy espera un respaldo cerrado y unánime de la familia del PP europeo. Un aval "imposible" para el resto de sus rivales en las elecciones generales y que, según sus estrategas, afianzará el mensaje de que sólo él puede ofrecer "seguridad y empleo" de cara a la próxima legislatura.
En total, el encuentro juntará a catorce jefes de Estado y de Gobierno. Angela Merkel le confirmó personalmente a López-Istúriz su presencia y, en el PP, dan por descontado que su espaldarazo a Rajoy será ampliamente recogido por los medios de comunicación. Además, estarán el portugués Pedro Passos Coelho, el francés Nicolás Sarkozy -que ya apoyó a Rajoy en el cierre de la campaña de las catalanas- o Jean-Claude Juncker -el presidente de la Comisión Europea, jefe de Moscovici-.
A los mandatarios invitados, antes de la cita, López-Istúriz les ha informado sobre la situación política que atraviesa el país y lo que se juega España en los comicios de diciembre. Unos briefings al más alto nivel en el que el secretario general del PPE abordó los fenómenos de Ciudadanos y Podemos. Y, por ejemplo, destacó que el partido de Albert Rivera comparte grupo en el Parlamento Europeo con UpyD o los nacionalistas catalanes y vascos. "Se les ha explicado, con absoluta objetividad, cómo están las cosas", según las fuentes consultadas. Y los líderes del PPE, rematan, han optado por "apoyar" a Rajoy.
La ausencia de Aznar
En síntesis, el presidente aspira a una foto y unos mensajes muy potentes con los que recuperar la iniciativa y acallar de una vez por todas las voces dentro y fuera del partido que ponen en duda su idoneidad del candidato. Y, como no, desde Soraya Sáenz de Santamaría a María Dolores de Cospedal pasando por Alberto Núñez Feijóo, Esperanza Aguirre o Cristina Cifuentes participarán de una u otra forma en el acto, dando la sensación de un partido unido a dos meses de las generales.
La única ausencia, eso sí, será la de José María Aznar. Todavía con la duda de si participará o no en la campaña, la dirección nacional dio por descontado que el presidente de honor del PP no estará en el congreso, al que dicen que sí ha sido invitado. Desde luego, de asistir, no contaría con ningún papel importante ni tomaría la palabra, según el boceto del programa hecho llegar por los organizadores.
Sea como fuere, para el PP la idea a transmitir es evidente: Rajoy es el único que puede lograr una foto de precampaña con la mayoría del Consejo Europeo, amén de su aplauso por las reformas electorales. Algo, en palabras de López-Istúriz, que en ningún caso cosecharían ni Pedro Sánchez ni Rivera. "No conviene entregar los mandos a un piloto en prácticas, no es el momento de hacer pruebas", dijo esta misma semana el secretario general del PP europeo.
Precisamente, una de las decisiones que tomará el congreso es volver a elegir a López-Istúriz, interlocutor imprescindible de Rajoy en las instituciones comunitarias, como número dos del PP europeo. Un puesto clave, el más importante después del de presidente, que volverá a recaer en Joseph Daul. Además, el Gobierno quiere ponerse como ejemplo en materia de inmigración y ha forzado una resolución sobre la integridad territorial, en clara referencia al pulso secesionista en Cataluña. "Los tintes insolidarios e incluso racistas de los independentistas catalanes se oponen frontalmente a la esencia de la UE", en palabras de Istúriz.
El PPE lo conforman 75 partidos de cuarenta países y es, a la vista de las cifras, la organización política más importante de Europa.