Soraya Sáenz de Santamaría se hace todavía más fuerte a dos meses de las elecciones generales y ante el congreso nacional que, sí o sí, el PP tendrá que celebrar a principios de 2016. La designación de Alfonso Alonso, su gran aliado primero en el Congreso y después en el Consejo de Ministros, como nuevo líder en el País Vasco reafirma su posición en el partido, uno de sus flancos más débiles.
Hace dos años, cuando los populares vascos celebraron su último cónclave, el PP entendió que María Dolores de Cospedal ganaba un tanto elevando a Arantza Quiroga, muy criticada ya entonces por alguno de sus compañeros, a la presidencia. Y, por supuesto, se interpretó que la que perdía era Sáenz de Santamaría, en tanto en cuanto Alonso no lograba mantener a Iñaki Oyarzábal al frente de la secretaría general.
Esto días, se ha vuelto a librar una nueva batalla política, pero con distinta vencedora. Como mínimo en dos ocasiones, la secretaria general del PP le pidió a Quiroga que resistiera, que aguantara en el puesto al menos hasta después del 20 de diciembre. Se lo dijo cara a cara, el martes, en un encuentro en Madrid con el que Cospedal quería evitar la dimisión que llegaría solo horas después. Pero ella le contestó que "no", no ya porque tuviera que se viera obligada a retirar a polémica moción sobre la banda terrorista ETA sino porque jamás llegó a controlar las estructuras de Álava y Guipúzcoa.
Mientras, Alonso presionaba. Criticó públicamente a Quiroga nada más conocerse la iniciativa parlamentaria, pese a que ella había recibido el plácet de Génova. Y, posteriormente, cargos próximos a él minaron el liderazgo de la todavía líder regional en privado. En el congreso de 2014 no consiguió sus objetivos, pero sí ahora. Y, en paralelo, la vicepresidenta gana peso en el partido, su asignatura pendiente.
En el PP lo tienen claro, pese a ser una lectura simplista: "Si pierde Cospedal, gana Soraya". Y, resuelta la duda de quién liderará la formación en el País Vasco, a las fuentes consultadas no les cabe duda de que la vicepresidenta no puede salir mejor parada. "Ya tiene un barón autonómico que, llegado el caso, saldrá en su defensa", en palabras de un diputado. "Y en el contexto en el que estamos, no es una cuestión menor", recalca.
Por el contrario, el revés vuelve a ser para la número dos del PP, que intentó evitar un nuevo incendio interno en víspera de las generales. "Está claro que no ha cumplido con su objetivo", se resume internamente. Aunque algunas fuentes recalcan que del caso Quiroga queda claro que no es un actor pasivo, sino que está muy presente en el día a día de la formación. "Ella ha sido la interlocutora" por lo que "Rajoy sigue teniendo en ella toda la confianza". Tras las vacaciones, pasados unos meses de no lograr mantener una mayoría absoluta en Castilla-La Mancha, Cospedal se ha centrado en la actividad de Génova, "y está en absolutamente en todo".
Reunión del PP vasco
Sea como fuere, Alonso se presentó como el candidato "consensuado" a la espera de que la Junta Directiva regional (que se celebrará el viernes por la tarde) le dé su aprobación, lo cual es un mero formalismo. Antes, conversó tanto con Conspedal como con Mariano Rajoy, que le emplazaron a que diera un paso al frente aunque, según varias fuentes, "quería colocar a una persona de su confianza". Esto es, de nuevo, el dedo divino. La operación, subrayan, ha sido pilotada desde Génova.
Hombre fuerte en la sombra, lo será ahora también oficialmente. Y el objetivo es que no sea un presidente de transición, sino que quede consolidado. Tras reunirse con los máximos responsables del partido, anunció que compatibilizará la presidencia del PP con el ministerio de Sanidad y que no habrá cambios en la secretaría general, que seguirá en manos de Nerea Llanos, de la teórica confianza de Quiroga.
De la terna se cayeron nombres como el de Javier Maroto, aunque es el PP de Álava el que sale claramente reforzado con el aval del presidente. "Como ha hecho Arantza, se seguirá actuando en defensa del sentido común y de tener un país mejor en el que la economía y el resto de las cosas vayan funcionando", dijo Rajoy desde Bruselas, en el que participa en un Consejo Europeo.
"Este partido tiene que sumar y contribuir a un proyecto nacional para que podamos volver a situar a Mariano Rajoy al frente de la Presidencia del Gobierno", afirmó Alonso, situándose al lado del líder. El ministro afirmó que buscará "el entendimiento y diálogo con otras fuerzas políticas para aportar en positivo", aunque "siempre" desde "la defensa" de la trayectoria del PP. A sus ojos, la crisis -que él mismo fomentó- se ha resuelto "bien y rápido".