El líder de Podemos vuelve poco a poco a las televisiones de las que no salía hace sólo unos meses. Este sábado aparecía en una entrevista en Cuatro, donde también invitaron a Ana Rosa Quintana que pasó 24 horas con el líder populista para un programa que aún no se ha emitido y del que sólo se conocen algunos aperitivos, como las imágenes en las que Pablo Iglesias se quita la coleta.
En la entrevista de este sábado por la noche, Iglesias ha hablado de su infancia -dijo que ha sido hijo único y un niño mimado- y de su gusto por la cerveza mexicana Sol. Pero además de detalles personales, también fue interrogado por asuntos de actualidad. En sus respuestas no hubo grandes novedades.
Sobre Cataluña, como ya ha dicho en otras muchas ocasiones, dijo que "es una nación" y que España es una "realidad plurinacional". También dijo que la postura de su partido es la del derecho a decidir porque cree que "hay una mayoría social catalana que puede pensar distinto y que tiene derecho a decidir sobre la cuestión territorial y muchas cosas más".
Iglesias se ve como presidente del Gobierno. De Rajoy dijo que no ha hablado con él pero que sería bueno que lo hicieran. Y de Leopoldo López... nada. Trataron las periodistas que le entrevistaron de que Iglesias se mojase contra el régimen totalitario de Nicolás Maduro -Iglesias siempre ha sido admirador y defensor del chavismo- por la condena al líder opositor Lopoldo López.
El líder de Podemos eludió dar una respuesta directa y se refugió en una estrambótica comparativa entre Nicolás Maduro y Mariano Rajoy a cuenta de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida en los medios como "Ley Mordaza". Dice Iglesias que "con la 'ley mordaza'" del PP él habría sido condenado a "muchos años más de cárcel". Se limitó a decir que la sentencia contra el opositor López no le gusta: "A mí no me gusta que la gente acabe en la cárcel por política como con la Ley Mordaza". De este modo, Iglesias no condenó la tiranía de Maduro, ni la falta de garantías o derechos en Venezuela.