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Rajoy desacredita al PSOE sobre Cataluña y Albiol se ofrece a sus votantes

Se erige como único garante de la unidad frente a un Sánchez "preso" de sus pactos y la "equidistancia" de Rivera. Albiol: "Ésta es vuestra casa".

Mariano Rajoy y su candidato a las elecciones catalanas se afanaron en plantear dudas sobre aquellas formaciones políticas que pescan en su mismo caladero de votos. En especial, resaltaron la ambigüedad que, a sus ojos, representa el Partido Socialista, y pasaron al ataque. Xavier García Albiol se dirigió directamente a los votantes del PSC: "Les quiero ofrecer este proyecto que va más allá de las siglas y la ideología. Ésta es vuestra casa".

Así, más allá de mantener sus líneas rojas con respecto a Artur Mas y advertir de que se han de cumplir las sentencias de los tribunales, el jefe del Ejecutivo entró en la precampaña para evidenciar que el PSOE no dice lo mismo en toda España; que en Madrid Pedro Sánchez se envuelve en la bandera, pero que en Cataluña deja gobernar a los rupturistas. Y puso el ejemplo de Badalona, en el que el PSC se sumó a una amalgama de formaciones y hoy gobierna la CUP. "Hablando en serio. ¿Qué credibilidad para dar la batalla a los secesionistas tiene el PSOE?", planteó Rajoy ante un público entregado, con el que estuvo haciéndose fotos durante un buen rato.

Según los estrategas de Génova, Albiol busca recuperar al votante descontento -que de forma mayoritaria se ha ido a Ciudadanos-, pero también robar apoyos a un PSC que siguen viendo muy tocado. Y de ahí que se dirigiera directamente a estos votantes, para asegurarles que "si quieren seguir siendo socialistas, que lo sean" ya que "éste es su proyecto que da acogida a todos" y defenderá "de manera clara que tenemos que seguir juntos".

Rajoy, en su regreso a Cataluña, lo repitió en varias ocasiones. "Voy a decir algo importante", resaltó. "No sé si algunos, presos de sus pactos y de sus alianzas como el enjuague de Badalona, pueden garantizar lo que yo garantizo". Y fue entonces cuando también atizó a Ciudadanos, formación que según las encuestas quedaría por encima del PPC en las catalanas. "No sé si otros, perdidos en tierra de nadie, en la equidistancia y en el disimulo pueden garantizar lo que yo garantizo", afirmó. Albiol, previamente, ya dijo de Albert Rivera que le "han temblado las piernas".

Nuevo aviso a Artur Mas

Frente a unos y otros, Rajoy se presentó como el único garante de la soberanía nacional. "España es una gran nación", y por ello prometió defender la Constitución y la igualdad de todos los compatriotas. "Hasta ahí podíamos llegar", recalcó. A Mas, le afeó que someta a los catalanes "a un martilleo constante" de elecciones y consultas para, a renglón seguido, reiteró que no permitirá que se rompan las reglas de juego. "Queremos diálogo, pero no queremos monólogos, que es lo que hemos escuchado en esta legislatura", lamentó el presidente.

Para Rajoy, "la voz de la concordia es mucho más audible que la de la ruptura", y de ahí que pidiera para el 27S una participación masiva. "Si acuden a las urnas todos los que quieren una Cataluña tan catalana como española y europea, ganaremos todos, pero sobretodo Cataluña", destacó un líder del PP que visitará la región todas las semanas de aquí a la cita con las urnas. El martes, estará en la fábrica de SEAT en Martorell.

Ni el presidente ni Albiol hicieron una mención expresa a la reforma del Tribunal Constitucional, aunque enfatizaron que se han de cumplir las sentencias. Y, tras el mitin -clausura de una descafeinada escuela de verano-, se trasladaron "a la Cataluña real" y dieron un paseo por un barrio popular de Badalona. "Lo notamos por la calle, vamos subiendo", suele repetir el candidato. Y de ahí que, en esta campaña, se repitan las visitas a mercados y bares.

Si bien, en Cataluña, los populares de a pie admiten también que el clima es más hostil. "En un colegio, separaron a los niños entre los que se sentían catalanes y los que eran españoles", denunció una dirigente. Otra, móvil en mano, se quejaba de una pintada en la que amenazan de muerte a una dirigente local. A ellos también se dirigió Rajoy para insuflarles ánimo. "Las fronteras están desapareciendo. No podemos retroceder siglos atrás. Miremos al futuro", se despidió.

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