Mariano Rajoy regresa de Berlín con un respaldo explícito de Angela Merkel ante el órdago separatista de Artur Mas. "Por supuesto, hemos hablado de Cataluña", reconoció la canciller alemana, para hacer una defensa sin titubeos de "la legalidad". El apoyo a su homólogo español, que también es aliado y "amigo", fue un paso más allá ante la inminencia de las elecciones generales: "Tenemos un gran interés en que la senda económica de éxito pueda continuar".
Así, Merkel vino a hacer suyos los dos mensajes cardinales de Rajoy en el inicio del curso político. Por un lado, que se ha de cumplir con el marco legal en Cataluña y que, en caso de ruptura, quedaría fuera de la Unión Europea. Y, por otro, advirtiendo sobre un giro en la política económica de España porque "las reformas dan sus frutos y están mereciendo la pena".
En síntesis, han sido dos jornadas de fotografías de complicidad -el paseo de ambos mandatarios por los alrededores del castillo Meseberg es recogido ampliamente por los medios de comunicación- y de discursos coincidentes. Un extremo que la Moncloa espera que se repita antes de la cita de las urnas, toda vez el PP europeo tiene previsto celebrar su gran cumbre anual en Madrid los días 21 y 22 de octubre.
Merkel avisa a Mas
En rueda de prensa, y sobre el plan rupturista de Mas, Merkel partió de la base de que tiene "una posición muy parecida" a la de Rajoy, sin "ningún tipo de diferencias". "Es muy importante que se respete la legalidad internacional y nacional", destacó la canciller. Le interrogaron sobre si Cataluña quedaría fuera de la Unión si se independiza, y ella respondió con "los tratados de la Unión Europea" y la obligación de todos "de respetarlos". Esto es, no formaría parte de las instituciones comunitarias y el camino para entrar en las mismas sería tortuoso.
El presidente insistió en esta tesis, que repetirá este fin de semana en su regreso a Cataluña, cuando clausure la escuela de verano de los populares. "Desde luego, España no se va a romper, como pretenden algunos". Y recalcó que le parece "absolutamente injusto" que se pretenda obligar a los catalanes a renunciar a una de sus condiciones –españoles, y por ende europeos- ya que se convertirían en "extranjeros" dentro de "su propio país".
El caso del 3%
Los periodistas españoles le preguntaron si cree que la presunta trama de corrupción que salpica a Convergencia (CDC) perjudicará a Mas en los comicios del 27S, si bien Rajoy no quiso profundizar en la cuestión. "Hacer futuribles sobre la incidencia que puede tener una determinación de la Fiscalía, creo que tiene poco sentido", esquivó el jefe del Gobierno. Aunque, a renglón seguido, sí quiso recalcar que "a nosotros, en su día, sí nos ha pasado factura" los casos de corrupción.
En todo caso, Rajoy enfatizó que su estrategia no pasa por pedir explicaciones a Mas por la lacra de la corrupción. "Lo que más me importa, en relación con estas elecciones, es que todo el mundo vote" a la par que quede claro que el PP va a defender "la soberanía nacional". "Mientras yo sea presidente, garantizo que la ley se va a cumplir", reiteró, en clara consonancia con el mensaje que sólo instantes antes había lanzado Merkel.
Con el espaldarazo de su colega alemana sobre los pilares de su campaña –incluida una alerta implícita sobre los populismos, toda vez España es "ejemplo" de la recuperación-, Rajoy no dudó en proclamar que está "convencido" de un triunfo electoral en diciembre, que es cuando están previstos los comicios nacionales. Este diario informó el lunes del optimismo presidencial ante los últimos sondeos. "Hemos avanzado mucho pero aún queda mucho por hacer. Sería terrible un cambio en la política económica española en estos momentos, lo que funciona hay que mantenerlo", remató ante una Merkel más aliada que nunca.
El viernes, será el británico David Cameron el que comparecerá al lado de Rajoy, en esta ocasión en Madrid. Y, de nuevo, el Gobierno espera complicidad y respaldo de cara a los retos a los que se ha de enfrentar el presidente antes de que finalice el año.