Mariano Rajoy dice ser optimista ante el futuro del país. Proclama que tiene "margen" para seguir bajando los impuestos y para dar más dinero a las comunidades autónomas, como quedará recogido en los Presupuestos Generales del Estado. "España tiene hoy ante sí un futuro prometedor, pero ningún futuro está escrito", avisa a renglón seguido. Una "amenaza" que tiene protagonistas, en opinión del presidente.
Ante el poder empresarial andaluz, reunido en Sevilla, Rajoy se refirió a "los problemas" que él ve en el horizonte. Y empezó su narración con el desafío separatista de Artur Mas. "Lo que pasa en Cataluña no ayuda", pero él volvió a prometer que defenderá el orden constitucional sin aclarar cuál será su proceder llegado el choque de trenes. "Voy a defender la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad entre españoles, la solidaridad, la libertad y los derechos fundamentales", declaró, garantizando que dará "la batalla" en este sentido.
El presidente se acogió al "núcleo fundamental" de la Constitución para reiterar que "fuera de la ley nada es posible" y "si alguien pretende violentarla debe saber que no se lo vamos a permitir". "No estaremos nunca de acuerdo con quien quiere romper la soberanía y dividir al conjunto de los españoles", se refirmó en la capital hispalense.
El segundo riesgo, a ojos de Rajoy, es la incertidumbre. Y fue cuando puso en la diana tanto a Pedro Sánchez como a Pablo Iglesias, aunque no les citó expresamente. "Decir que hay que liquidar el conjunto de las reformas es un disparate", puso como base. "Cuidado con las ecotasas, la subida de impuestos o las moratorias en el sector hotelero", resumió, en relación a medidas planteadas por determinados gobiernos de Podemos, gracias a los votos del PSOE. "No se construye nada cambiándolo todo", enfatizó, sin dejar de repetir la palabra "disparate".
Sobre la situación en Grecia, dijo que hoy le preocupa menos que ayer, pero destacó que son muchas las "lecciones" que se pueden extraer "de lo que hemos visto". "Ves con quién se debe pactar y con quién no", afirmó, en un claro aviso a Sánchez. Añadió: "Conviene situarse en la moderación, la sensatez y el sentido común".
Ante tan adverso panorama, Rajoy sacó pecho de su hoja de ruta, resaltando que hay que seguir controlando el déficit público y mantener el pulso reformista. "No podemos permitirnos cantos de sirena ni volver a las políticas del pasado", y de ahí que sacara pecho de sus números y prometiera un final de 2015 y un 2016 marcados por el crecimiento y la creación de empleo.
Más dinero a las comunidades
En este sentido, anunció que los Presupuestos serán aprobados en Consejo de Ministros el próximo viernes 31, y que habrá un aumento "considerable" del dinero que se repartirá a las comunidades. En concreto, las entregas a cuenta aumentarán por encima de los 7.000 millones de euros respecto a 2015; en Andalucía, el incremento será de un 11%. Además, se mantendrán los mecanismos extraordinarios de liquidez de los que, por ejemplo, se está beneficiando.
El melón sobre la financiación autonómica se abrirá en 2016, según aseveró Rajoy, que pidió altura de miras a los gobiernos regionales.