Los mensajes desde el Gobierno y los partidos políticos con representación parlamentaria es unánime desde hace años, todos celebran el fin de ETA, pese a que ETA aún no ha entregado las armas, mantiene sus estructuras militar y logística -aunque con dificultad debido a los recientes éxitos policiales-, además del frente carcelario, desde donde sigue presionando para que se produzcan políticas de amnistía.
El frente político de ETA está más vivo que nunca. Los herederos de Batasuna-ETA están en muchos ayuntamientos del Páis Vasco y ahora llegan al Gobierno de Navarra de la mano de la nacionalista Uxue Barkos, que aceptaba los votos del brazo político de ETA para sacar del Gobierno al partido más votado, UPN.
No contenta, Barkos ha comprometido las carteras de Justicia e Interior a EH Bildu, algo que ha dejado perplejos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, tal y como cuenta este sábado Fernando Lázaro en el diario El Mundo.
Según esta información, la Policía y la Guardia Civil ha procedido a blindar sus bases de datos y abandonarán la colaboración que existía hasta ahora con la Policía Foral navarra. Según El Mundo, Policía y Guardia Civil limitarán sus relaciones con la policía foral a cumplir escrupulosamente con lo que marque la legalidad, y nada más.
Hasta este momento, las relaciones entre ambos cuerpos policiales (nacional y autonómico) ha sido inmejorable, según las fuentes consultadas por El Mundo, y de máxima colaboración. Precisamente, la lucha contra el terrorismo ha sido un eje fundamental de esta buena relación durante décadas. Ahora, con la policía navarra en manos de los proetarras, Policía y Guardia Civil prefiere recoger velas y limitar la información que llegue al que todavía sigue siendo un enemigo a derrotar. No en vano, ETA ha golpeado muy duro a Navarra con 42 asesinatos, entre ellos el que fuera el máximo responsable de la policía foral, José Luis García Prieto.
Ahora, Barkos ha puesto al frente de la consejería de Interior y Justicia del Gobierno Foral de Navarra a María José Beaumont Aristu, abogada navarra de EH Bildu. Relacionada con movimientos ecologistas y fundadora de la coordinadora Itoiz -que pretendía, como ETA, impedir la construcción de una presa en Itoiz- ha defendido a violentos del entorno etarra que sabotearon las obras del embalse.
Quizá la decisión estaba tomada desde antes de las elecciones. Barkos tuvo varios contactos antes de los comicios con los dirigentes del entorno etarra. Se reunió en varias ocasiones con el que fuera número dos de Mikel Antza, uno de los cabecillas de ETA. Además, según cuenta El Mundo, los contactos con Vicente Goikoetxea Barandiarán, Willy, fueron constantes.