Mariano Rajoy cree que podrá mantener el control del PP sin sobresaltos hasta las elecciones generales. Su entorno reconoce que ha existido un conato de crisis de la mano de varios barones -hoy en retirada- y que no ayudan las críticas de José María Aznar, pero el presidente se muestra convencido de que el partido quiere "mirar hacia delante", y que le arropará mayoritariamente en su candidatura a la Moncloa.
"Creo que tengo el apoyo de una gran mayoría del partido y, por tanto, estoy muy cómodo en esa situación", zanjó este mismo martes en una entrevista en la Cope. Por segunda vez, Rajoy rehusó comentar las palabras del que es presidente de honor del PP, y que el domingo causó una evidente conmoción en la formación al reclamar la "reconstrucción" de la formación. "Lo importante es el futuro, España entra en una etapa mejor", esquiva sin entrar en las reprimendas de Aznar, que fueron suscritas públicamente por Esperanza Aguirre y, en privado, por destacados líderes regionales.
Parlamentarios y altos cargos consultados por este diario convienen en que, pese al malestar latente, nadie se atreverá a mover la silla a Rajoy, que ha rechazado convocar un congreso nacional hasta 2016. "No tengo grandes enemigos internos a pesar de que algunos se empeñen en buscarlos", contestó el jefe del Ejecutivo, no sin asegurar que tampoco es alguien que se ponga "muy contento" cuando "le regalan los oídos". "Creo que mantengo cierto equilibrio, y eso es muy positivo", destacó.
"Hay que escuchar y entender las críticas" aunque unas sean "justas" y "otras injustas", en palabras del presidente. Y, estos días, se sigue afirmando de forma recurrente en los círculos populares que los cambios prometidos han sido "escasos" y con un impacto muy limitado. "¿El ajuste era esto? No ha cambiado nada", según la crítica de un veterano. Rajoy ya ha reunido dos veces al Comité de Dirección, centrado en preparar la conferencia política que se celebrará los días 10 y 11.
Uno de los nuevos rostros de la cúpula, Fernando Martínez Maillo -vicesecretario de organización-, aseguró en un encuentro informal que periodistas que Aznar está invitado al cónclave popular, aunque no existe confirmación de que vaya asistir. Antes, Rajoy se reencontrará con el expresidente en la clausura del campus FAES, este mismo domingo. "Claro que está molesto, pero no va a decir nada de él. Que quede bien claro quién es el desleal", según un declarado marianista.
En línea con el argumentario interno, Maillo afirmó que la cúpula del PP escucha "atentamente" todo lo que dice Aznar, pero recalcó que no comparte su diagnóstico. "El PP no ha renunciado a sus principios y valores", subrayó, ni "se ha movido de su discurso". En la Cope, Rajoy defendió su respuesta ante el desafío separatista, considerada insuficiente por el expresidente. "Ha sido proporcional. De momento, Cataluña es la que era hace cinco, diez o veinticinco años. Las instituciones están funcionando y si decide convocar elecciones, serán autonómicas".
Génova también analiza con lupa los movimientos de determinados barones, muy críticos con Rajoy desde el 24M, como Juan Vicente Herrera . Preocupa la situación en Baleares, más aún después de que José Ramón Bauzá anunciara que dimitirá en los próximos días sin esperar al congreso regional, que Génova obliga a celebrar tras las generales. Maillo confirmó que habrá una persona que "pilote" el proceso, y avanzó que Rajoy quiere reforzar las estructuras territoriales.
En otro orden de cosas, y tal y como ya informó este diario, el presidente no descartó que Pedro Sánchez se apoye en Podemos para tratar de arrebatar el Gobierno al PP, pese a que ésta sea la fuerza más votada. Nada dijo sobre la fecha de las elecciones generales. "Va a ser este año, claro, pero tampoco lo sé, no es un tema capital", fue su respuesta. Sobre los motivos por los que el PP perdió más de dos millones de votos el 24M, contestó: ha pesado "un poco más la crisis" y "después la corrupción".