El presidente cree que Pedro Sánchez es el último responsable político de los desmadres de Podemos y formaciones aledañas. Gracias a los votos del PSOE, la "izquierda radical" gobierna hoy en varias e importantes capitales de España, y de ahí que Mariano Rajoy vincule al líder de la oposición tanto con el escándalo de los dos concejales de Manuela Carmena como con "lo que esté por llegar", según su entorno.
Partiendo de la base de que "todo lo que sea dar marcha a atrás" en materia económica "es un disparate", el jefe del Ejecutivo ve a Sánchez en brazos de quienes han apostado por "políticas muy radicales, extremistas y muy de izquierdas". Y, según se encargó de remachar en una conversación informal con periodistas en la exposición universal de Milán, ello no es lo que necesita España.
Así, si hace tan sólo unos meses en despachos gubernamentales y empresariales se barruntaba la posibilidad de una gran coalición entre el PP y el PSOE tras las elecciones generales, hoy dicho extremo parece más difícil que nunca. Carlos Floriano fue preguntado al respecto en rueda de prensa y éste respondió que "el PSOE sólo tiene en mente que el PP no gobierne, y para eso pacta con quien sea y como sea". Esto es, dicho pacto de Estado es hoy una ensoñación, según fuentes de la cúpula.
Según un ministro, importantes empresarios aún lo desean, pero de las palabras de Rajoy queda constatado que no confía en Sánchez y que le ve mucho más cercano a Podemos. Sería "tremendo" para el futuro del país una alianza de ambos partidos, alertó el presidente. Y utilizó los comentarios ofensivos de los dos concejales madrileños para poner de relieve el cáliz de los nuevos aliados del líder socialista. "Ya se han empezado a ver cosas en Madrid", dijo sin cámaras delante, calificando irónicamente de "moderados" a los ediles implicados en la polémica.
En paralelo, Esperanza Aguirre y Floriano se coordinaron mediante una llamada telefónica para poner al líder de la oposición en la diana. "Lo que está ocurriendo sólo tiene un responsable y ese responsable es Pedro Sánchez, que no ha querido que en la ciudad de Madrid se aplique íntegramente el programa del PSOE con nuestro apoyo y ha preferido firmarle un contrato de adhesión a Podemos", destacó la dirigente madrileña. A ello se sumó posteriormente el número tres del PP, no sin avisar que no se cansarán de exigir el cese de los dos ediles, actas incluidas.
De hecho, para el presidente, hay socialistas que tienen "muy mala conciencia" de haber dado alcaldías a personas que representan a partidos extremistas. "Hay que escuchar a Felipe González en privado", en palabras de un alto cargo del PP, que recordó que fue él uno de los primeros defensores de la gran coalición. Desde la Moncloa, José Luis Ayllón se limitó a contestar que no es el momento de abordar el escenario postelectoral.
Comité Ejecutivo el jueves
Por otro lado, también desde Milán, Rajoy desveló que el jueves reunirá al Comité Ejecutivo del PP para comunicar los cambios en la formación. También se espera que la remodelación del Gobierno se sepa esta semana, aunque él insiste en minimizarla. El Comité, compuesto por barones -algunos de ellos muy distanciados ahora Rajoy-, ministros y altos cargos, tiene que bendecir la decisión presidencial, aunque en la práctica es un formalismo.
La cita será a las cinco de la tarde y, en ella, el presidente informará de "algún cambio" así como de los planes del partido de cara a las generales. El entorno de María Dolores de Cospedal descarta que vaya a dejar la secretaría general, aunque se da por descontado la creación de un coordinador general o portavoz con peso. Alfonso Alonso y Pablo Casado son los más señalados internamente, pero se sugieren otros nombres.
Rajoy también avisará al partido de su intención de volver a sacar del cajón su reforma de la ley electoral. Alonso, en un desayuno informativo, aseguraba sólo horas antes que no veía ahora que el contexto fuera el mejor. Desde hace meses, Génova -también Aguirre- defiende como opción la segunda vuelta para que así gobierne la lista más votada. Aunque, de momento, se limitaba a ayuntamientos y comunidades.