La ruptura definitiva, al menos por ahora, de la relación entre Izquierda Unida federal y la coalición en Madrid ha llegado en una resolución aprobada por el 70 por ciento de los votos, incluido el del coordinador federal, Cayo Lara. Han sido 113 los representantes del Consejo Político de IU que han votado a favor, mientras 45 lo han hecho en contra y tres se han abstenido.
La resolución había sido presentada por el secretario de Organización, Adolfo Barrena, para desvincular desde este mismo domingo a la federación madrileña, una medida con la que se pretende zanjar una guerra que dura nueve meses.
Los 5.000 militantes madrileños deberán volver a afiliarse si quieren seguir perteneciendo a IU y tienen para ello un plazo de tres meses. A la espera de que en Madrid se celebre una asamblea, será la dirección federal la que "pilote" esta nueva relación que se establecerá con los militantes que quieran seguir siendo de Izquierda Unida.
Los miembros de IU en Madrid ya habían anunciado su intención de recurrir a los tribunales si se formalizaba su expulsión.