Sólo uno de los tres concejales de las CUP en el Ayuntamiento de Barcelona ha votado a favor de la investidura de Ada Colau, mientras que los otros dos han emitido sendos votos nulos con dos referencias a "causas sociales".
Pero ahí no ha terminado el protagonismo grotesco de los de las CUP, su cabeza de lista ha sido el primer portavoz que ha tomado la palabra y lo ha hecho con un discurso extremadamente radical en el que ningún aspecto del anticapitalismo más rampante ha dejado de tener su espacio.
Lo peor, no obstante, ha llegado al final, cuando la concejal María José Lecha ha cerrado su intervención gritando "con orgullo" y la cabeza alta "¡Visca la Terra Lliure!", el grito de apoyo a la banda terrorista independentista catalana.