La extrema izquierda populista gobierna cinco de las principales ciudades de España. Camuflada bajo varias denominaciones, con líderes que niegan la evidencia pero con los máximos responsables del partido gritando y aplaudiendo nombramientos como el de Carmena en Madrid o el de José María González, Kichi, en Cádiz.
Madrid, Barcelona, Zaragoza, La Coruña y Cádiz son las cinco capitales de provincia que tendrán un alcalde de Podemos, y sólo en una de ellas, la Ciudad Condal, ha sido la fuerza más votada: en las otras cuatro han necesitado del apoyo del PSOE de Pedro Sánchez para llegar a la alcaldía.
Nada a cambio
Manuela Carmena es la nueva alcaldesa de Madrid, gobierna sobre más de tres millones de personas gracias al apoyo de los nueve concejales que encabeza Antonio Miguel Carmona. Desde el primer momento pareció evidente que el pacto se iba a firmar e incluso el socialista rechazó el ofrecimiento de Esperanza Aguirre para ser él mismo el alcalde.
La sensación que ha dejado la negociación en Madrid es… que no ha existido la negociación, y desde el propio PSOE se admitía que no se podía hacer otra cosa que favorecer la llegada de Carmena a la alcaldía.
Pero ningún concejal del PSOE formará parte del gobierno de Carmena, y tampoco queda muy claro qué medidas del programa de los socialistas, si es que hay alguna, se ha comprometido a llevar a cabo la de Podemos.
Es un esquema que se repite en otras grandes ciudades, en muchas en no muy buenas compañías: en Zaragoza el pacto que ha llevado a la alcaldía Pedro Santisteve, de la franquicia local de Podemos, ha tenido que incluir también el apoyo de los dos concejales de la Chunta.
En Cádiz los cinco concejales del PSOE eran también imprescindibles para que el conocido José María González, Kichi –que es pareja de la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez- resultase elegido alcalde. Un pacto en el que también han participado los dos concejales de la franquicia local de IU y en el que no ha habido ninguna contraprestación en otra plaza que se estuviese disputando.
De nuevo se trata de un pacto de investidura: en ambos casos Podemos gobernará en solitario, como también lo hará en La Coruña, donde el nuevo alcalde, Xulio Ferreiro, ha tenido el apoyo imprescindible de los socialistas y también el del único concejal de los nacionalistas del BNG.
También apoyando al nacionalismo
En Barcelona el PSC apoya la investidura de Ada Colau como alcaldesa de Barcelona, lo que permitirá a la de Barcelona en Común ser elegida con mayoría absoluta, aunque el voto de los socialistas no es decisivo ya que, al ser la más votada Colau sería elegida si ningún otro candidato lograba la mayoría absoluta.
Sí que eran imprescindibles los votos socialistas para otro caso llamativo: la llegada a la alcaldía de Badalona de Dolors Subirats, pese a que la de Podemos obtuvo la mitad de concejales que el hasta ahora alcalde, Xavier García Albiol.
No contento con darle su apoyo a Podemos, el PSOE también ha repetido en Valencia con su apoyo a los independentistas y ecologistas de Compromís: el PSOE se comprometió a darle la alcaldía a Joan Ribó incluso antes de tener cerrado el pacto para hacer de Ximo Puig presidente de la comunidad.