El Mundo lanza sin ton ni son un ataque contra Ciudadanos. "Tensión en Ciudadanos por la gestión personalista de Rivera" titula a cuatro columnas. "Cabreo", "malestar", "descontento", repite Raúl Piña, que firma la información, hasta en al menos en cinco ocasiones, para terminar diciendo que Rivera "vive en un búnker" y que "no es posible decirle al emperador que está desnudo". ¿Rivera desnudo? Ah sí, hombre, pero eso fue hace un porrón de años. Están un poco despistados. La foto se la regala a cuatro chalados que se fueron ayer a hacer el tonto a la sede del PSOE. "Fascistas en Ferraz para que el PSOE no pacte con Iglesias". El editorial lo dedica a la pitada, que tampoco es para tanto que hay que ver cómo se ponen algunos. "Resulta excesivo criminalizar la pitada al himno nacional", "el gobierno no debe caer en la tentación de promover un cambio legal en caliente que atente contra el derecho fundamental como es la libertad de expresión" y "pitar el himno no debe ser un delito". Y el despelote de Artur Mas no fue más que "una muestra de mala educación". Sancionar es "desmesurado".
El exdirector Casimiro García-Abadillo firma un artículo para decir que Rajoy está hecho un toro, que "afrontará después de la constitución de ayuntamientos una crisis de gobierno y una remodelación del partido", hala, hala a ver si se va a estresar. Eso sí, no caerán ni Soraya ni Cospedal. "El presidente, como Salomón, perdonará la vida no solo a su mano derecha en el Gobierno, sino a la que muchos hacen responsable del desastre del 24-M". El estilo Rajoy: "Se quedan las dos". Eso ya me pega más.
El País da dos tortazos a Ciudadanos y a Podemos, que les han salido respondones. "Las exigencias de los emergentes hacen peligrar los pactos electorales". Con lo fácil que era tratar con el corderito manso de IU. "El PSOE tiene problemas para lograr la presidencia en Valencia y Aragón", donde no ha ganado y "el PP pelea por retener Madrid", donde sí ha ganado. El editorial regaña a Colau por decir que cumplirá las leyes que le dé la gana. "El episodio ilustra cómo Colau y otros dirigentes están en tránsito desde los movimientos de protesta hasta las poltronas del poder, y hasta qué punto conviene que maduren aceleradamente, interioricen la nueva situación y empiecen a actuar con plena responsabilidad". Esos niñatos. Y una advertencia a Colau. "Si quiere hacer sostenible su alcaldía, no debe imponer su programa electoral, sino negociarlo y retocarlo a fondo para convertirlo en un programa de mayoría". Y si no que se prepare porque se queda sin bastón de mando echando leches.
ABC está alarmado. "Ada Colau se vende al independentismo". Bieito Rubido está inquieto. "Las palabras de Colau y otros líderes extremistas son una irritante declaración de intenciones que va más allá del mandado en las urnas y que apunta a una concepción destructiva de la política. Los planes de Iglesias pasan por una unificación de la izquierda radical en torno a él para no fragmentar el voto y superar al PSOE de modo que los socialistas se vean obligados a someterse al populismo con la excusa de expulsar a la derecha del poder. Y todo con la perversión de la ley y la desobediencia como lemas. Hay motivos para la preocupación".
La Razón anuncia que "Rajoy hará los cambios antes del 24 de junio". La Razón se pelea hoy con Marhuenda. En un Puntazo dice que "Rajoy ha entendido el mensaje de las urnas y se dispone a hacer cambios. Pero quien espera una remodelación profunda se verá decepcionado. Ni es propio de Rajoy ni parece necesario". Francisco Marhuenda sin embargo no está en absoluto de acuerdo con el periódico que dirige. "El presidente tiene enfrente la tesitura de elegir entre un cambio profundo que lance un mensaje claro al electorado o realizar modificaciones cosméticas que pueden resultar al final un ejercicio estéril". "Los votantes del PP esperan gestos porque están dispuestos a volver a casa". Y encima por Navidad. Escucha a Marhuenda, Rajoy.
La Vanguardia dice que "Antiviolencia gana tiempo y envía a la fiscalía la pitada al himno". Con esta decisión, el Gobierno se hace merecedor de un gran aplauso en el editorial. "Se impuso una actitud prudente, que es la más adecuada en tiempos ya de por sí agitados". A Rahola le da igual, no dejes que la realidad te estropee un buen titular. "Han abandonado todo deseo de centrismo y han decidido ser la derecha más dura del Oeste Salvaje". ¿Pero esta mujer no se da cuenta de que parece una loca de atar?