Juan Manuel Moreno cree que hay margen para la negociación. Considera que Susana Díaz se ha alejado de la política "anti PP" que promulga Pedro Sánchez y ha abierto la puerta al entendimiento. "Tiene la oportunidad de confirmar que es la gran estadista que dice", según el entorno del líder de los populares andaluces. Pero antes tendrá que retratarse el día de la constitución de los ayuntamientos.
Los populares ponen el foco de atención en cuatro ciudades clave: Cádiz, Córdoba, Jerez y Marbella. En todas ellas, el PP podría verse desalojado de las alcaldías pese a ser la fuerza más votada. En otras, como en Málaga o Almería, esperan mantener el poder gracias a acuerdos con Ciudadanos.
Si el PSOE deja gobernar al partido más votado en esas localidades y no se suma a "tripartitos" o "cuatripartitos", Moreno movería ficha y se abstendría en la investidura de Díaz. Una decisión que "es muy difícil de explicar a nuestros militantes", admite su entorno. Y de ahí que, según las fuentes consultadas, se consideren imprescindibles esas ciudades.
Sevilla, fuera del cálculo
En principio, el PP excluye a Sevilla de la terna, ya que ganó pero por la mínima y "los porcentajes también cuentan". "Es prácticamente imposible que allí mantengamos el poder", constatan, dejando entrever que la capital hispalense no será un escollo pese a que Juan Ignacio Zoido está haciendo "todo lo posible" para conservar el poder. Así, Díaz tendría "el consuelo" de recuperar la ciudad más importante de la región.
Mariano Rajoy ha dicho en varias ocasiones que Moreno tiene su aval para dirigir las negociaciones, aunque éste le mantiene permanentemente informado. Ante la respuesta pública del presidente, el pasado martes Díaz y el líder del PP andaluz mantuvieron una conversación telefónica. "El escenario ha cambiado", reconocen las fuentes consultadas.
Como prueba, los populares deslizan que Díaz "no quiere dar a Podemos el Ayuntamiento de Cádiz". Allí, el candidato de los de Pablo Iglesias es José María González, pareja de Teresa Rodríguez, su interlocutora. "Ha marcado una línea, que es que no va a hacer frentes contra el PP. Veremos en qué se materializa", aprueban desde la cúpula nacional, no sin recordar que Rajoy siempre ha abogado porque no se tengan que volver a abrir las urnas en la comunidad.
Así, mientras Moreno se dice a la espera y la negociación continúa, en Génova centraron el tiro en Pedro Sánchez y en el distanciamiento con Díaz. En palabras de Carlos Floriano, el primero tendrá que explicar por qué "en la mayoría de los casos está intentando organizar frentes contra el PP, que en muchas ocasiones ha ganado las elecciones". "Está mendigando el apoyo de Podemos", reprochó José Luis Ayllón, portavoz de la Moncloa.
La dirección nacional evaluó los posibles escenarios postelectorales, en una reunión presidida por María Dolores de Cospedal, y avisó al secretario general de los socialistas de que su política de pactos "tendrá como consecuencia la radicalización del PSOE y un gobierno de extrema izquierda en muchas instituciones".