Tras la primera lectura de los resultados electorales, CiU se mantiene como primera fuerza en el plano municipal de Cataluña, pero pierde más de cien mil votos. En 2011 obtuvo 778.042, mientras que ayer, tras el año del Tricentenario y campañas masivas de propaganda, desinformación y agitación permanente, la federación de Mas no pasó de 668.892 y perdió Barcelona, clave para financiar la hoja de ruta soberanista de Mas y Junqueras.
Tampoco ERC ha quedado satisfecha con sus resultados. En 2011 tocó suelo municipal con 257.564 votos en toda Cataluña, pero su recuperación ha sido sustantivamente inferior a la que se infería de los resultados de las últimas europeas, en las que fue primera fuerza en Cataluña y en Barcelona. Su crecimiento ha topado en los 510.137 votos, por debajo de los 529.350 del PSC, segunda fuerza en el global. Y en Barcelona ha quedado por detrás de Ciudadanos y en cuarto lugar. El buen rollo en ERC se debe a que Colau quiere gobernar con ellos, así como con el PSC.
Pero los socialistas catalanes siguen de capa caída, pierden siete concejales en la capital catalana y se quedan con cuatro concejales. El partido de Maragall que gobernó Barcelona durante tres décadas es ya prácticamente irrelevante. Colau ha sido la gran beneficiada de los votos huérfanos del socialismo, que no obstante retiene la segunda ciudad catalana, Hospitalet, así como Cornellá. También recupera Mataró y se mantiene firme en el denominado cinturón rojo, el área metropolitana de Barcelona. En la capital, sin embargo, sólo obtiene 67.380 votos, casi los mismos que el PP, con 60.877 y que se ha quedado a sólo 714 de empatar a cuatro concejales con el PSC.
En ese contexto, Ciudadanos se convierte en la tercera fuerza en Barcelona y obtiene un concejal más que PSC y ERC. Con cinco ediles de un total de 41. Colau obtiene once, CiU, diez y entran las CUP en último lugar pero con los mismos tres concejales que el PP.
La versión catalana de Podemos ha quedado en cuarto lugar en el computo de todos los municipios catalanes, con 366.008 votos. Justo detrás, el PP, con 232.187 votos. Y aún por debajo, a despecho de lo ocurrido en Barcelona, Ciudadanos, con 230.613 votos en toda la región.
Lo que parece claro es que en Barcelona gobernará la marca catalana de Podemos y que su líder está a favor del "derecho a decidir", por lo que el proceso no se detiene sino que amplia el reparto de protagonistas. Así las cosas, dirigentes de Convergència y de Unió llamaban en tropel a La Vanguardia para presionar a Mas respeto a la fecha de las próximas autonómicas. Las municipales no auguran un buen resultado para el separatismo en su conjunto de aquí hasta unos cuantos meses y los prebostes convergentes reclaman a su jefe que espere a que se celebren las generales y se alivie el voto de castigo. Es decir, que desconvoque el 27-S. En estos momentos, ni CiU ni ERC mantienen vigentes ningún acuerdo, la "hoja de ruta" es papel mojado y los republicanos arden en deseos de subirse al tren de Colau y Pablo Iglesias, partidarios de que sólo los empadronados en Cataluña decidan sobre el futuro de toda España.
En CiU y en ERC aducen que, frente a la aparatosidad del castañazo en Barcelona y su área metropolitana, la suma de votos separatistas alcanza el 45%.