El barómetro preelectoral del CIS sirvió el jueves de revulsivo en los círculos socialistas en el pistoletazo de salida de la campaña electoral. "Es el mejor inicio de campaña posible", manifestaban sin ocultar su entusiasmo ante la debacle del PP. Pero la emoción inicial dio paso a una satisfacción más contenida en los mensajes lanzados por los candidatos en la tradicional pegada de carteles en la Plaza de la Villa de Madrid.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ni se refirió al sondeó del Centro de Investigaciones Sociológicas. Sólo una mención velada al constatar que "hoy, en la Plaza de la Villa, veo que hay sed de cambio en Madrid. Un Madrid que quiere cambiar con dirigentes éticos y ejemplares. Veo en Madrid ese cambio para Ángel Gabilondo Comunidad de Madrid y Antonio Miguel Carmona en la alcaldía".
Algo más explícito fue Carmona. En un discurso entregado y de altos decibelios, el candidato socialista a la alcaldía repitió hasta tres veces su eslogan: "Somos la izquierda posible. El cambio tranquilo. Somos los socialistas". Idea fuerza cuya guinda llegó al final: "Somos los del cambio tranquilo, pero los del cambio de verdad. No queremos conquistar el cielo pero conquistarás, Pedro, el Boletín Oficial del Estado". "No queremos conquistar el cielo", repitió mirando entonces a su tiquet electoral, "pero queremos conquistar, Ángel, la puerta del Sol".
Gabilondo recogió el guante y, en un tono más reposado y tranquilo que su predecesor en la tribuna, pronunció las palabras que pusieron de pie al público; las que el público quería escuchar. "No nos conformamos con ser los segundos en Madrid. Estamos aquí para gobernar. Es la obligación de un candidato querer ganar y nada de inercias ni conformarnos con ser personas con un brillante resultado... ¡Ni segundos, ni terceros... he venido aquí a ganar!".
Un chute de optimismo en el auditorio que reía al ver 'modernizado' a su candidato a la Puerta del Sol, ya sin traje de chaqueta ni corbata, y citando a "Fito y los fitipaldi" en lugar de a Emanuele Kant: "Iba a citar a Fito y los Fitipaldis en su último disco: si uno no se arriesga, no gana en la vida". Apeló a los desencantados, a los que no votan, a los que no han dejado de votar al PSOE porque "les necesitamos" para transformar Madrid, para cambiar la forma de gobernar". Y pidió que "no nos distraigamos nyestra tarea" mientras "los expertos continúan en sus enredos, continúan su tesis doctoral, y hay miles de personas que están esperando que hagamos algo. Soy partidario de que ganemos la confianza". Palabras que ponían al sentir interno que en el PSOE sólo se reconocía en privado. No distraerse con las encuestas pero tampoco obviar lo que están diciendo: que Podemos baja y no puede ser la alternativa al PSOE, que Ciudadanos sube y les puede hacer mucho daño y, aún más importante, que a río revuelto en el PP, ganancia de pescadores en el PSOE que puede aspirar a ser la formación ganadora en las generales.