La intervención de Juanma Moreno en el debate parlamentario de hoy en Andalucía ha sido, sin duda alguna, la más incisiva de todas las que se han producido, a pesar de no haber cuestionado en ningún momento la historia de los 33 años de gobiernos socialistas. Ha recalcado su corrupción y su ineficacia reales y ha situado a Susana Díaz en una "máquina del tiempo" que al parecer, borra la historia y los hechos. Pero las circunstancias de su retroceso electoral, de los casos de corrupción del PP, y, muy especialmente, de su oferta de pacto por las listas más votadas al principio de este proceso de investidura han lastrado su eficacia política.
De Dia de la Marmota calificó el debate de investidura porque parecía que una y otra vez se vivían la misma situación de incumplimientos que se habían vivido en debates de investidura anteriores donde se plantearon las mismas propuestas con el resultado de las mismas frustraciones. Recordó, por ejemplo, que algunas propuestas de Susana Díaz, como la Ley de Agricultura eran incumplimientos flagrantes desde 1998, año en que fueron propuestas por vez primera.
Moreno cuestionó la argumentación de que los andaluces han querido que sea ella presidenta de la Junta de Andalucía recordando que Javier Arenas ganó con 50 escaños en 2012 y no lo dejó gobernar la coalición de izquierdas. Por ello, exigió a la candidata que si ella pedía ahora el voto para la lista más votada, la del PSOE andaluz, permitiera ese mismo voto en las elecciones municipales y autonómicas que se celebran el día 24. Díaz replicó que tan legítimo es que gobierne la lista más votada si no hay alternativa, caso de Andalucía, como que gobierne una alternativa de oposición si consigue los acuerdos necesarios, como fue el caso del PSOE-IU en 2102
Juanma Moreno calificó de gazpacho en interés propio las propuestas de Susana Díaz para obtener el apoyo de algunos grupos parlamentarios y le afeó que jamás hubiera dialogado con el PP, al que pretendía aislar tras un muro político donde situaba a Bildu junto a los populares.
Moreno se dedicó intensamente a descuartizar la credibilidad de Susana Díaz a la que espetó: "¿Cómo es que no reflexiona usted sobre el hecho de que 62 diputados de la Cámara no se crean sus propuestas, no se fíen de usted? El líder del PP usó palabras como prepotencia, soberbia, altanería y subrayó la incapacidad de ceder que tiene el PSOE andaluz, habituado a mandar durante 33 años consecutivos.
El presidente del PP andaluz acusó a la candidata de haber maniobrado para arrebatar un puesto en la mesa del Parlamento al PP y que luego pedía dialogo. Susana Díaz respondía: "Me ha llamado soberbia, altanera, prepotente y el que habla de diàlogo es usted".
Moreno, tras certificar con cifras concretas la situación deprimente de Andalucía propuso un plan de trabajo para legislatura con diferentes acuerdos, 146 mencionó aunque desgranó solo una quincena, que recogian la bajada de impuestos, la eliminación del impuesto de Sucesiones y Donaciones, un pacto por el empleo no excluyente de Ayuntamnientos y tercer sector, el pago en tiempo de las deudas de la Junta, recuperar los fondos defraudados, controlar más a los gestores de los fondos públicos que a los diputados, la reforma de la Cámara y la exigencia de una Comisión de Investigación sobre el caso del fraude en los cursos de formación.
El PP dijo negarse a un pacto de punto final sobre la corrupción como parecían que iban a aceptar otros grupos. Recordó, pues, que Manuel Chaves y José Antonio Griñán siguen siendo aforados.
Igualmente, exigió a Susana Díaz el fin de los recortes en Educación, en Sanidad y en políticas sociales, un respeto por los Ayuntamientos a los que la Junta debe 174 millones de euros.. Admitió que estudiará las propuestas anticorrupción del debate y exigió un fondo de emergencia social, el fin de las obras pendientes y el pago inmediato a los empleados públicos de parte de las pagas extraordinarias cercenadas por la Junta de Andalucía. Aceptó el pacto contra la violencia de género.
Moreno llegó a escandalizarse por el hecho de que Susana Díaz hubiera instrumentalizado las instituciones convocando elecciones anticipadas por intereses partidarios y personales y ahora culpara al Parlamento andaluz de no ser capaz de llegar a un acuerdo que le permitiera gobernar. No perdió la oportunidad de recordar al "aforamiento express" de algunos ex consejeros de gobiernos socialistas para evitar declaraciones judiciales en campaña electoral.
La mención de Moreno a estos debates dio pie a una réplica esperada en la que Susana Díaz recordó el "batacazo" de JUanma Moreno en las elecciones andaluzas y le dijo que haría bien en hacérselo mirar no fuera a ser que la cosa empeorara el día 24 de mayo en las municipales.
Sorprendentemente, Susana Díaz dijo que a ella nadie la había puesto a dedo, en un ataque de amnesia respecto a su designación por Griñán en la legislatura anterior e insinuó de pasada el problema del currículum con que Moreno inició la legislatura.
Susana Díaz, que quiso hacer de nuevo borrón y cuenta nueva en el tema de la corrupción y la ineficacia política, volvió a la teoría de los 4 golfos, sólo que ahora los extendió a Valencia, Madrid, Cataluña y Andalucía, equiparando sin más unos casos con otros. Es más, indirectamente amenazó con aprobar una Comisión de Investigación sobre el caso Gürtel en Andalucía, como apuntó IU por la mañana, si se aprueba la de investigación de la formación.
Finalmente preguntó abiertamente al PP andaluz si verdaderamente quiere otras elecciones en Andalucía y si está dispuesto a soportar su coste, aportando la imagen del perro del hortelano a los populares andaluces a los que dijo: "Ni van a gobernar ni van a dejar que se gobierne", algo que los andaluces, anticipó, no iban a entender. Les recordó que fue Podemos quien se negó a una entente anti PSOE y quien se negó a fraguar una alternativa en tal sentido.
Igualmente, situó la palabra daño como sinónimo de las políticas del PP y acusó a Moreno de respirar por la herida de su descalabro electoral. Como Moreno resumió, en lo ocurrido en Andalucía, según Díaz todo era culpa o del PP nacional o del capitalismo financiero por lo que incluso ofrecía no mirar atrás.