Mariano Rajoy no quiere jugársela. A sus barones, transmite la idea de que el PP será la primera fuerza política en España el próximo 24 de mayo. Que se perderán algunas mayorías absolutas, pero se mantendrá el poder institucional. "Va a ir mejor de lo que dicen", les asegura, según sus interlocutores. Pero, por si acaso, ha optado por tomar el timón de la campaña.
"Sí, quiero ser el candidato; confíen en mí, les irá bien", confirmó Rajoy el lunes, en lo que se convirtió en todo un aviso a navegantes. En paralelo, se puso en marcha la maquinaria de Génova. "Ha habido un punto de inflexión claro", en voz de un miembro de la cúpula, que avanzó una implicación "total" del presidente de aquí a los comicios autonómicos y locales. Tanta que llegará a tener dos actos diarios -muchos más de los previstos inicialmente- y visitará todas las comunidades autónomas en las que el PP se la juega.
El objetivo no es otro que poner el foco en Rajoy, cuando en principio se aseguró que la estrategia era "municipalizar" la campaña, convirtiendo a los alcaldes y presidentes regionales en los protagonistas. Pero la hoja de ruta ha virado, y el presidente tendrá su propia caravana electoral, desde la que lanzará mensajes en clave nacional, como si las elecciones del 24M fueran generales.
Rajoy como gran protagonista, con vídeos electorales y argumentarios internos destinados a poner encima de la mesa su balance de gestión. La economía como eje, con la creación de empleo como gran mensaje -los datos de abril, avanzan, serán "muy positivos"-. "Ha empezado la campaña de las generales", admite el entorno del presidente, confirmando que también se la juega en mayo. "Mariano ha dicho de forma muy clara que quiere ser el candidato. Y nos hemos puesto a trabajar", desvelan en privado.
Barones consultados por este diario reconocen que es "muy difícil" que alguien se preste a mover la silla a Rajoy aunque los resultados electorales de mayo sean malos. Si bien, nadie se pilla los dedos. "Habrá que ver qué es lo que pasa el día 24 y cuanto poder real perdemos. Nunca antes hemos ido a unas elecciones con tanta incertidumbre", en palabras de un importante candidato. En la dirección nacional se desliza que "los diagnósticos" sobre futuribles tienen que quedar aparcados "al día 25". Esto es, el ruido puede regresar, y de ahí que Rajoy quiera dejar claro desde ya que va enserio en su intención de presentarse.
Según el resumen de un barón autonómico, "las elecciones son cruciales porque el 24 de mayo puede cambiar absolutamente todo. ¿Tanto para que Rajoy se tenga que ir? Eso son palabras mayores".
Enfado con Aguirre
En este contexto, desde la Moncloa no dudaron en filtrar su malestar con Esperanza Aguirre, que en esRadio no cerró la puerta por completo a aspirar a la Moncloa. "¿Por qué voy a descartar? Rajoy tampoco descartó convocar elecciones para el 27 de septiembre. Por no cerrarme puertas, como dijo", afirmó entre risas. Carlos Floriano, el número 3 de Génova y máximo responsable de la campaña, esquivó la cuestión asegurando que lo importante ahora es ganar en mayo. "Vamos a superar el objetivo que tenemos, que es ganar las elecciones; en eso tenemos que centrarnos todo el PP", le recomendó en los pasillos del Congreso.
Aguirre y Rajoy coincidirán en campaña, al menos, en dos ocasiones. El PP de Madrid tiene planeado un paseo en bicicleta al inicio del periodo y, como es tradición, el cierre será -si nada cambia- en el palacio de deportes de la comunidad.
La presencia de Aznar
Con quien no se verá las caras el presidente es con José María Aznar. Al menos, así se deduce del boceto de su caravana electoral, tal y como avanzó Servimedia. El que fuera jefe del Gobierno tendrá como mínimo cuatro mítines; en Aragón, Castilla y León, La Rioja y Madrid. "Aquí, Aznar suma, por supuesto", según uno de los barones que le ha llamado, y que confiesa que Rajoy no estará ese día. "No tiene sentido que coincidan. Cuanto más espacio ocupemos, mejor", intenta quitar hierro al asunto en Génova.