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"Estamos en un punto de no retorno por culpa de Rajoy"

A un mes del 24M, el PP no despierta de su pesadilla y busca culpables. Santamaría niega intromisión en el caso Rato: "Hasta ahí podíamos llegar".

No hay quien no reconozca que ha sido una semana horrible, para olvidar. Todo fallaba mientras los presuntos escándalos se sucedían. Al de Rodrigo Rato se unía el de Federico Trillo y Vicente Martínez-Pujalte. Rita Barberá, que tiene muy difícil revalidar la mayoría absoluta a tenor de los encuestas, también era puesta en el punto de mira. "Los ánimos están muy bajos, hace falta mucha terapia de grupo", reconoce un alto cargo, que espera que los "alcaldes" acaben salvando la situación. Y todo, a un mes de que se abran las urnas.

Mariano Rajoy espera que la crisis vaya a menos con el paso de los días. "Hay que aguantar estoicamente", asegura su entorno, en relación a la presión mediática y de los partidos de la oposición. "Buenas noches", cortó a los periodistas en Bruselas, al término del Consejo Europeo, cuando fue preguntado por Rato. "El Gobierno ni autoriza ni desautoriza ninguna actuación de la Agencia Tributaria, la Fiscalía o los tribunales. Hasta ahí podíamos llegar", respondió Soraya Sáenz de Santamaría este viernes, insistiendo en la independencia de los órganos del Estado implicados en el caso. La dirección nacional optó por el silencio.

Pero, alrededor del presidente, todo el mundo opina y alimenta las teorías que desmontan la versión oficial. De nuevo, quedó constatada que la comunicación entre la Moncloa y Génova es ineficiente "o simplemente no existe", y los diputados y cargos del PP no dudaron en salir al pasillo del Congreso o coger sus teléfonos para exponer su frustración o contar sus dudas sobre el proceder del Ejecutivo, principalmente en lo relativo al escarnio público sufrido por Rato.

Algunos cargos del PP, incluido un ministro y varios líderes locales y regionales, descargan la culpa en el presidente. "Estamos en un punto de no retorno", en boca de un miembro del gabinete; un parlamentario popular lo compartía. Lo ven todo muy negro porque, dicen, no entienden por qué Rajoy no ha dado un golpe en la mesa y ha tomado "las decisiones que un líder debe tomar" para reconducir una crisis. "Hemos vivido una semana negra en la que no hemos podido colar ni uno solo de nuestros mensajes".

Un veterano de la formación ponía el foco en la filtración del caso Rato, que achacaba a Luis de Guindos aunque éste lo desmienta sugiriendo la Fiscalía. Hablaba este diputado de la teoría del centinela: "Si no se entera de que viene el enemigo porque está dormido, mal. Pero si se entera y no tiene la valentía de hacerle frente, peor todavía". Pese a que el propio Rajoy dijo que se enteró "por la prensa" de lo ocurrido, varios ministros clave le corrigieron de forma pública o velada: Rafael Catalá, Cristóbal Montoro y el citado Guindos.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta no quiso pillarse los dedos. "La ley se aplica para todos" y "los gobiernos están para cumplirla ley y hacer que se cumplan", dijo. Pero en el PP cada vez se ven más fantasmas y los movimientos en las proximidades de Rajoy se multiplican sin que éste, al menos aparentemente, haga nada.

Si el 24 de mayo "se pierde", el partido se prepara para una tormenta perfecta. "Rajoy puede hacer tres cosas: irse como Suárez, aguantar como Zapatero pero poniendo un sucesor o enrocarse", según el análisis de un dirigente popular, en conversación informal. A día de hoy, la mayoría cree que el presidente se enrocará porque, opina, las cosas no saldrán tan mal como algunos pintan. De hecho, tal y como adelantó este diario, su entorno considera que la repercusión electoral de Rato será mínima ya que su imagen estaba "extraordinariamente afectada" a raíz de las denominadas tarjetas black y, partiendo de esta base, se aboga por "municipalizar" más si cabe la precampaña.

Los candidatos no están tan seguros de este diagnóstico e intentan salir del trance centrando en ellos la atención. No está siendo fácil. "Todo lo que ganamos en la calle lo perdemos cuando encienden la televisión", lamentaba uno de ellos a principio de semana. Este viernes, interrogado por este extremo, un portavoz del PP habitual de tertulias reconocía que Rato, Trillo o Pujalte coparon la mayoría de preguntas que le hicieron en este tipo de espacios.

A tenor de esta situación, de que dentro del propio PP ven a Rajoy incapaz de reconducir la crisis, los movimientos de cara a un hipotético cambio en la presidencia se han sucedido con más intensidad. En Toledo, dieron cierta veracidad a la posibilidad de que el Centro Nacional de Inteligencia -esto es, traducen, la vicepresidenta- investigara al marido de María Dolores de Cospedal para "buscarle cualquier cosa que pudiera hacer daño". "No quiere una Cospedal fuerte", sostuvieron, revalidando la mayoría absoluta en Castilla-La Mancha y ostentando la secretaría general. En privado, se apuntan abiertamente a una "guerra" entre ambas de cara al liderazgo del PP. E, internamente, también llamó la atención el vacío que desde Moncloa y Génova se le hizo a Alberto Núñez Feijóo, protagonista siempre en este tipo de mentideros, en su reciente puesta de largo en Madrid.

Rajoy ya ha dicho en varias ocasiones que pretende volver a ser candidato a la Moncloa y que no celebrará el congreso nacional hasta 2016. Y la hecatombe ha de ser enorme el 24M para que esto cambie, según destacados barones. La economía sigue siendo su baza para recuperar impulso. Este viernes, el Gobierno anunció la puesta en marcha de un nuevo plan para autónomos, que recibió el elogio de Lorenzo Amor, responsable de ATA. Y, el domingo, el presidente protagonizará un acto sobre empleo joven en Salamanca. "Las cosas no van a ir tan mal en las elecciones", predicen frente a los agoreros.

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