Alberto Núñez Feijóo situó en la diana a los partidos emergentes en su puesta de largo en Madrid, un desayuno informativo de Europa Press, que quedó deslucido por la escasa asistencia de altos cargos de su formación. Pese a ser considerado internamente como el barón autonómico con mayor predicamento, ningún ministro acudió a escuchar su intervención como tampoco nadie del núcleo duro de la dirección nacional. Sí estuvieron, en cambio, las dos candidatas por Madrid, Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes.
Ante quienes sí asistieron, el presidente de la Xunta hizo un discurso exclusivamente político centrado en dar la réplica tanto a Podemos como a Ciudadanos. Y lo hizo con dureza porque, a tenor de sus palabras, España se juega su futuro. A los de Pablo Iglesias los llamó "fariseos" que se fijan en "sistemas autoritarios" pese a que se califican "depuradores" del sistema político.
El problema de Ciudadanos, según repitió con insistencia, es que es "un partido persona". Feijóo llegó a comparar a Albert Rivera con Luis XIV, el Rey Sol de Francia, y se quejó de que "no tiene un concepto global de España" a tenor de propuestas como la del AVE. A Ciudadanos le pasará como a UPyD, vino a afirmar, vinculando ambos proyectos.
"El PP no es ni el señor Rajoy ni el señor Feijóo en Galicia. El PP son ideas, no personas", utilizó como comparación con Ciudadanos. En todo caso, y aunque recalcó que la propuesta sobre el AVE "no es un buen presagio", dejó la puerta abierta a pactar con Rivera. "Su discurso suena aparentemente bien", dijo, al tiempo que elogió que no quieran destruir el sistema vigente.
También por varias veces, Feijóo reclamó un cambio en el sistema electoral y abogó por la segunda vuelta para que los partidos más votados sean los que gobiernen. Sobre Rodrigo Rato, habló de él como alguien al margen del PP y se sumó al argumento del Gobierno de que la Agencia Tributaria y la Fiscalía son independientes. No hizo autocrítica en este sentido.