La dirección nacional se prepara para un mapa electoral muy distinto al de hace cuatro años, en el que el Partido Popular consiguió un poder histórico en autonomías y ayuntamientos. Los estrategas avisan a Mariano Rajoy de que llega el tiempo de los ejecutivos con mayorías simples, y se impondrán los pactos. Y aunque el presidente opina que no habrá acuerdos "globales" hasta después de las generales, cosa bien distinta serán los "puntuales".
El ejemplo de la fragmentación y la volatilidad del voto se observa en Andalucía, según las encuestas internas relatadas a este diario. Pese a que en las andaluzas las capitales y la costa se convirtieron en su salvavidas, los estudios demoscópicos que obran en manos de la cúpula destacan que, a día de hoy, el PP únicamente tiene atada la mayoría absoluta en Almería, Jaén y Cádiz. En esta última, cabe recordar que en las recientes autonómicas, Podemos fue la fuerza más votada.
"Vamos encaminados a muchos gobiernos en minoría y débiles", se reconoce en privado. Y de ahí la movilización total del partido y que el objetivo de campaña sea poner el foco en "la gestión del alcalde, con nombre y apellidos", alejando lo máximo posible la marca PP, que consideran que "daña".
Así, según los citados sondeos, el PP se convertiría en primera fuerza política en todas las capitales de provincia, pero sin el número de representantes suficientes. La horquilla varía con respecto a la ciudad. Después de Almería, Jaén y Cádiz, Málaga es la ciudad mejor posicionada para los populares. Esto es, aspiran a que Francisco de la Torre mantenga la mayoría absoluta, pese a la "enorme" dificultad.
Sevilla tampoco la dan por perdida, aunque admiten que Juan Ignacio Zoido lo tiene complicado, pese a que "ganará seguro". Hay problemas en Huelva y Granada, y también en Córdoba -si bien, sus estructuras locales insisten en que ellos vislumbran finalmente una mayoría absoluta-.
En cuanto a las grandes urbes, el PP pretende mantener el control en la zona costera -la Costa del Sol es el gran referente de los populares andaluces- pero Ciudadanos se ha convertido en una amenaza más que real también en las locales, como queda constatado en las encuestas internas. "Aunque es a brocha gorda, pero escaño perdemos es escaño que va para ellos", admiten.
Por ello, en la reunión que mantuvo con Susana Díaz el jueves, Juan Manuel Moreno condicionó su voto en la investidura a que respete a la lista más votada en las elecciones municipales. "Cualquier diálogo tiene que pasar por un acuerdo en este sentido", destacó el líder de los populares andaluces. Mientras, desde Génova, se ha optado por redefinir la estrategia contra Ciudadanos para intentar parar su avance.