Había una inédita expectación mediática en la sede de UPyD, muy cerca del Congreso de los Diputados, con la que Rosa Díez no dudó en ironizar al inicio de su comparecencia: "Agradezco a todos los medios que tengan tanto interés en la valoración de los resultados de las elecciones andaluzas por parte de UPyD". Una ironía que despejaba de un golpe la especulación que en ese momento estaba en el aire: la posible dimisión de la líder de la formación magenta, cada vez más criticada por los suyos. En plena rueda de prensa, una periodista le informaba de las declaraciones en Twitter del diputado y candidato a las autonómicas de Valencia Toni Cantó, quien tildaba de "decepcionante" la comparecencia de Díez. La presidenta de la formación ni se molestaba en citarle y recordaba, una y otra vez, que son los militantes quienes eligen en primarias a los candidatos y a los miembros del Comité de Dirección, que se reuniría a continuación de la comparecencia.
Decepcionante rueda de prensa de @rosadiezupyd La dirección del partido debe responsabilizarse de las decisiones que nos han traído aquí.
— Toni Cantó (@Tonicanto1) marzo 23, 2015
Sólo dos miembros del máximo órgano de dirección, Ramón Marcos y Andrés Herzog, asistían a la comparecencia. Con la hora justa (la reunión estaba prevista para las 17:00) llegarían después el diputado Álvaro Anchuelo, uno de los que se ha significado en las últimas veinticuatro horas por pedir una reflexión ante el resultado de las andaluzas, la también representante en las Cortes Irene Lozano, el diputado en el País Vasco Gorka Maneiro o el líder de UPyD en Madrid Luis de Velasco.
Un partido "autónomo"
Rosa Díez ni dimite ni hace autocrítica ante el descalabro electoral, apenas 76.000 votos en la región más poblada de España para un partido que presume de ser "nacional". Reconoció el mal resultado pero indicó que "tenemos mucho que mejorar pero hemos tomado las decisiones que teníamos que tomar". Además, volvió a cerrar la puerta a cualquier acuerdo con Ciudadanos, formación a la que que acusó veladamente de estar tutelada por poderes fácticos: "No dejaremos de ser UPyD, no mientras los ciudadanos quieran que seamos un partido autónomo del poder financiero o mediático. Somos un partido insobornable". Para reforzar su argumentación, Díez enumeró una serie de actuaciones que ha llevado a cabo en los últimos años, especialmente la acción judicial contra Bankia ejercida por Herzog.
La sombra de Albert Rivera planeó durante toda la comparecencia, aunque Díez dijo no sentirse aludida por la declaración del líder de Ciudadanos la noche electoral, cuando afirmó que los andaluces han votado, además de programas, "actitudes". Díez trató de asestarle un duro gancho: "Debe referirse a Susana Díaz, a sus actitudes complacientes con la corrupción". Precisamente el hecho de que PSOE y PP acaparen dos tercios del nuevo Parlamento Andaluz, pese a estar plagadas sus filas de imputados por corrupción, fue uno de los argumentos más repetidos por la líder de UPyD, quien también se felicitó del aumento del pluralismo político.
Una y otra vez negó que fuese a dimitir o que tuviese intención de convocar un Congreso extraordinario, como piden algunos militantes.
Díez dejó claro que "este partido y esta portavoz sigue teniendo los mismos valores y principios y la misma fuerza para defenderlos".