El pasado 17 de febrero, el portavoz del PSOE, Antonio Hernando, tuvo su peor rueda de prensa desde que asumió los mandos del grupo parlamentario del PSOE. Preguntado por la 'inminente' imputación de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, apelaba al código ético del PSOE: sólo se les obligará a dejar sus escaños si son llamados a juicio oral por el caso de los ERE.
La rectificación, forzada por la hemeroteca tanto de Susana Díaz como de Pedro Sánchez -ambos prometieron que si son imputados, "tendrán que dejar el escaño"- tardó 45 minutos. Tras una llamada de la dirección federal y un SMS de urgencia "Urgente. Declaraciones de Antonio Hernando a las 14:00 horas", el portavoz se enmendaba a sí mismo asumiendo el mea culpa: "Lo que es evidente es que el error ha sido mío".
Explicaba entonces que una vez leído el auto, la nueva postura del PSOE no es la del código ético, sino la siguiente: "En el momento en que se les imputase la comisión de algún delito, sí tendrían que entregar el acta de diputado, cumpliendo así con la palabra del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez".
Pues bien, la postura del secretario general ha vuelto a cambiar este lunes, tras la posición fijada por el ex presidente del Gobierno, Felipe González de no excluir de las listas a los imputados por corrupción. "Nosotros hemos dicho que tenemos un compromiso ético muy exigente y muy riguroso que dice claramente que la línea donde se ha trazado es en la apertura del juicio oral", dijo en un desayuno informativo en el Hotel Ritz.
Consciente de su nueva rectificación, Sánchez no ha querido contestar a la pregunta expresa de si llevarán imputados entonces en sus listas electorales, pero sí aseguraba que "yo siempre he dicho que el PSOE va a estar un paso por delante de la ley, que lo que va a caracterizar a esta nueva etapa es la ejemplaridad y que no me va a temblar el pulso para echar a ningún corrupto del PSOE".
La cuestión es quién decide quién es corrupto y quién no, en el proceso de elaboración de las listas electorales, si están imputados pero aún no han sido llamados a juicio oral.
Fuentes de la dirección federal se remiten al código ético del PSOE en el cual se contemplan "excepciones en casos de extrema gravedad". En función de la gravedad de los hechos, se podrán tomar medidas excepcionales como se hizo en el caso de las tarjetas black, o con el alcalde de Parla, detenido por la operación Púnica. Otra excepción sería el caso de Chaves y Griñán, cuyo límite se fija en la imputación con cargos, como dijo el secretario general.
En resumen: que el PSOE sigue sin tener una doctrina clara sobre cómo actuar con los imputados; que depende de los casos, se adoptan unas medidas u otras; y que Felipe González ha hecho que Pedro Sánchez se rectifique a sí mismo, tras haber sido él quien rectificó a Hernando ese 17 de febrero en que se le ocurrió apelar al código ético. Lo mismo que hoy ha hecho su secretario general. O dicho de otra forma: si Sánchez rectificó a Hernando; Felipe rectifica a Pedro.