Allá por 2001, cuando era jefe de la oposición, Zapatero viajó a Marruecos sin autorización del Gobierno en un viaje que ya era polémico de partida y se convirtió en una bomba informativa después de que el socialista se dejase fotografiar en el despacho de Mohamed VI con un mapa de Marruecos que incluía las Islas Canarias y Ceuta y Melilla.
Casi catorce años después, una nueva visita –en este caso ya como expresidente- ha generado otra imagen para la historia: Zapatero hablando en un atril entre un retrato del rey de Marruecos y, de nuevo, un mapa de su país que muestra como propio todo el territorio del antiguo Sahara español y en el que no hay rastro de Ceuta y Melilla.
El viaje, que se produce semanas después de la no menos polémica visita a Cuba, y también ha sido muy criticado por el Gobierno y, en esta ocasión, hasta por el Frente Polisario.
Por su parte, el propio Rodríguez Zapatero justificó su presencia en un foro que Marruecos organiza en la ciudad saharaui de Dajla por la "pluralidad evidente" que en su opinión existe en este encuentro y no quiso comentar las palabras del ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo: "El señor ministro, que haga lo que estime conveniente", afirmó Zapatero, en un tono displicente.
"Yo, como es normal, soy responsable de mis palabras, y (este) es un foro donde hay tanta gente, con una pluralidad tan evidente...", dijo Zapatero a Efe ante la controversia por su presencia en una ciudad perteneciente a un territorio, que España considera que está en disputa.