Mariano Rajoy volvió a dar por resuelta la crisis en el PP de Madrid y, sin entrar en el fondo de la cuestión, pasó a elogiar a las "dos magníficas candidatas que salen con el ánimo de ganar las elecciones". Así, no aclaró si permitirá a Esperanza Aguirre confeccionar con autonomía las listas y el programa electoral -como ya ha empezado a hacer- ni tampoco explicó por qué decidió sacrificar políticamente a Ignacio González. "Ya estamos en el futuro", esquivó repreguntado por el aún presidente de la comunidad.
"Es un asunto zanjado", afirmó en rueda de prensa en Antigua (Guatemala), en presencia de su homólogo Otto Pérez Molina. La cuestión monopolizó la comparecencia pese a que, horas antes, el propio Rajoy mantuvo una conversación informal con los periodistas para tratar de taponar la hemorragia.
A su juicio, lo cardinal es que tanto Aguirre como Cristina Cifuentes "son dos apuestas muy buenas" y, a partir de ahí, todo el partido saldrá a buscar el respaldo de la ciudadanía. "El objetivo va a ser intentar convencer a los ciudadanos madrileños de que la apuesta del PP es la mejor de todas", resumió.
Rajoy aún no ha aclarado por qué decidió apartar a González a favor de Cifuentes. Ni tan siquiera le llamó por teléfono para trasladarle la decisión, sino que lo hizo María Dolores de Cospedal. Sobre Aguirre, la dirección nacional quiere influir en las listas electorales, pero ella se ha adelantado y ya ha comenzado con el proceso.