Hable quien hable, se repite el mensaje: el "único" voto útil que garantiza el cambio en Andalucía es el del Partido Popular. "No nos equivoquemos, no podemos jugar en este momento con algo tan importante como el futuro", en palabras de María Dolores de Cospedal, este sábado en Sevilla. Algunos, como Antonio Sanz -el flamante nuevo delegado del Gobierno en Andalucía-, hablan abiertamente de Ciudadanos en los mítines, y avisan de contradicciones.
Las encuestas apuntan a que el ascenso de Ciudadanos en la región va en contra del PP, voto a voto. "Cada punto que ellos ganan, nosotros lo perdemos", admiten en privado los estrategas de campaña. Y de ahí que Mariano Rajoy se centre en advertir sobre "los doctrinarios de 1917 o la nada", en referencia a Podemos y el partido de Albert Rivera respectivamente.
Sin la foto con Santamaría
Todo ello, en una segunda jornada en la que el PP se quedó sin la foto esperada, y que había generado cierto morbo político. Por motivos de salud -gripe, según su equipo-, Soraya Sáenz de Santamaría no se trasladó a la capital hispalense junto a Cospedal para arropar a Moreno. Sin la vicepresidenta en el cartel, tampoco asistió Alfonso Alonso, ministro muy próximo a ella. Y, para rematar la faena, el propio candidato llegó minutos más tarde a la secretaria general, y con el acto ya empezado.
Sea como fuere, sí que estuvieron -además de Cospedal- tres ministras del gabinete –las titulares de Empleo, Agricultura y Pesca y Fomento- y un buen puñado de candidatas de la formación. "Este partido no tiene cuotas ni falta que nos hace; hay quien las pone porque si no lo hace no lleva mujeres en sus listas o no las tiene en cargos políticos de los de mandar", espetó Cospedal, en relación al PSOE. Todo ello en víspera del día de la mujer.