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Moncloa estalla contra Zapatero por desleal: "Va en contra de España"

La foto de La Habana provoca una importante crisis entre Zapatero y Rajoy. Según Casado, el expresidente "avaló" con la reunión la dictadura.

La bizarría con la que Mariano Rajoy ha tratado a su antecesor en la Moncloa acabó de golpe y porrazo con la fotografía de La Habana. El Gobierno nunca había sido tan duro con José Luis Rodríguez Zapatero; ni siquiera en los primeros compases de la legislatura, cuando se abrieron los cajones y se descubrió el déficit público oculto. Pero la Moncloa entiende que se ha cruzado una línea roja, que es la de la lealtad con el Ejecutivo.

La charla de Zapatero y quien fuera su ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, con Raúl Castro provocó la inmediata y más contundente repulsa por parte del Ejecutivo. "Es una deslealtad", denunció el actual jefe de la diplomacia, José Manuel García-Margallo. La razón del enfado es que el Ejecutivo sólo sabía los datos técnicos del desplazamiento del expresidente, pero en ningún caso las reuniones que se iban a celebrar.

Según Exteriores, la Oficina de Zapatero sólo comunicó vuelos, alojamientos y los datos de los escoltas para los trayectos a Cuba y a Bolivia, segunda escala del viaje donde se verá con Evo Morales. "Las agenda de ambos países aún no las tengo en mi poder, en el momento que estén concretadas las remitiré a ambas embajadas -de los citados países", se informó desde el equipo del expresidente. Pero el Ejecutivo nunca tuvo constancia de nada más, según Margallo.

"No se nos ha informado de cuáles eran las reuniones que se iban a celebrar, las autoridades políticas a visitar, los mensajes que se iban a transmitir" ni tampoco el Ministerio fue preguntado sobre "cuáles eran los mensajes que el Gobierno de España consideraba oportuno que las dos personas que han visitado Cuba hiciesen, que es lo que verdaderamente importa", resumió el titular de Exteriores, encargado de dejar bien claro el malestar gubernamental.

El cabreo en la Moncloa fue a más con el paso de las horas. "Es un insulto a la política exterior del Reino de España", resumió un asesor del presidente. "La escenificación del encuentro, los gestos...", todo va "en contra de nuestros intereses". En otras palabras, se ha "torpedeado" la estrategia diplomática "como nación" y "se ha ocultado qué temas se iban a tratar" en un país muy complejo a ojos de la Moncloa. "No me importa tanto el saber cuáles son los escoltas sino saber a quién se va a ver, para qué se va a a ver y qué se va a decir y con quién propósito; y si eso ayuda o no a un mejor desarrollo de la política española", remató el propio Margallo.

Casado: "Desleal" e "irresponsable"

En paralelo, el Partido Popular no dudó en poner encima de la mesa "la connivencia" de Zapatero con el régimen castrista. "Es una deslealtad y una irresponsabilidad muy importante", en palabras de Pablo Casado. Y lo que es más grave: "Se avala a la dictadura más longeva del mundo, en la que se ha oprimido a la oposición pacífica y se ha arruinado a la población". Los populares dan datos: sólo el fin de semana pasado, la oposición cubana denunció los arrestos de unos 200 disidentes, entre ellos la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y del periodista Guillermo Fariñas.

En declaraciones a este diario, Casado consideró lo ocurrido un "mal recuerdo de lo que fue España hace tres años" en política exterior y vio riesgos para el interés nacional. Es "un mal mensaje a otros países en los que se está deteriorando la democracia" como Venezuela. Y se explicó: "Si los ex líderes occidentales siguen siendo simpáticos con los tiranos como Castro", no duda de que se seguirá "amenazando" a empresas españolas.

"Ningún líder occidental puede ir a avalar dictaduras", sentenció Casado. Según Teófilo de Luis, que ejerce en el Congreso de portavoz de su grupo en los temas relacionados con Cuba, el PSOE le ocultó el viaje y no basta con la misiva del expresidente. En esRadio, denunció que se "ha interferido" sin autorización en las negociaciones que tanto la UE como EEUU mantienen con Castro para lograr un mayor apertura de la isla.

En síntesis, y por primera vez, el Gobierno desautorizó formalmente a Zapatero, con quien Rajoy se ha visto varias veces en encuentros informales. "Ha sido algo grave. Como expresidente, sigue representando a España", lamentaron. Por la tarde, Moratinos prometió a Margallo que no se volverá a producir una situación como la vivida. "Siempre he tratado de actuar en favor del interés nacional", se excusó el protagonista.

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