Rajoy, a Sánchez: "No vuelva usted aquí, ha sido patético"
Estas son algunas de las mejores frases que ha pronunciado Rajoy durante su intervención en el Debate sobre el estado de la Nación.
Libertad Digital
Contrarréplica
Le puedo decir que no ha dado la talla, ni de lejos, para ser presidente del Gobierno de este país.
No sé si le preocupa más el señor Iglesias o la señora Díaz.
Le agradezco su preocupación sobre lo que de mi dicen los estudios sociológicos. Yo también estoy preocupado por el lugar al que usted ha llevado al PSOE por primera vez en toda su historia.
Yo le puedo decir estas cosas porque no traigo la réplica escrita, la tengo que hacer ahí, sobre la marcha.
En lugar de estar preocupado por tantos 'tiquis miquis' y por lo que dicen los periódicos, debería estar preocupado por lo que quieren los españoles, le iría mucho mejor.
Yo me lo tomo más en serio a usted que muchos de los suyos. Y mi trabajo me cuesta.
No vuelva a decir ni a hacer aquí nada, ha sido usted patético.
Réplica
Usted piensa más en el señor iglesias que en los problemas de España.
Usted es el secretario general del PSOE, debería tener más nivel en sus intervenciones.
No sé si el señor De Guindos será o no el presidente del Eurogrupo. Lo que está claro es que usted no lo podría ser nunca después de haber escuchado sus recetas en política económica.
Esos contribuyentes que ganan tanto dinero, como los que ha citado usted aquí, pagan más impuestos con el Gobierno del PP que con el del PSOE. Las empresas del Ibex 35 pagan más impuestos con el PP que con el Gobierno del PSOE.
Los problemas de recortes en la sanidad andaluza no se arreglan poniéndose una bandera de Andalucía en el Congreso de los Diputados. Demagogia, y de la mala. (Después de que el diputado socialista Manuel Pezzi enarbolara una bandera de Andalucía desde la bancada).
Cómo se le ocurre a usted citar aquí el Castor cuando fue una operación aprobada por el Gobierno socialista y el ministro socialista Sebastián.
Se ha equivocado usted de discurso. No es lo propio de un partido que pretende ser alternativa de Gobierno.
Podía haber hecho usted otro discurso. Se lo podía haber construido yo, criticándome a mí mismo. Un discurso más moderado y más sensato.
Discurso
Hay que contar muy despacio y con mucho tino el dinero que pedimos a la gente.
Hemos crecido más que las economías del G7 salvo Alemania.
Nuestros precios evolucionaron incluso mejor que los de Alemania.
Las familias y las empresas han recuperado su confianza y la posibilidad de consumir y de invertir.
Está renaciendo el optimismo en cuanto a las expectativas de España.
No necesito traer promesas ni alentar esperanzas. Disponemos de algo mejor: hechos sólidos que se palpan, se miden y se cuentan porque son realidades objetivas.
Somos una nación que ha salido de la pesadilla, se ha rescatado a sí misma, goza de prestigio, vuelve a ser atractiva para los inversores.
Tres años es lo que ha tardado España en levantarse de la caída.
Ningún otro país en dificultades ha visto algo parecido. A partir de ahí cada uno valora las cosas como le parece o le conviene. Yo me atengo a lo que dicen lo que no tienen que hacer campaña electoral en España.
Los españoles han demostrado que no son niños, y supieron distinguir lo que les ayudaba con lo que les perjudicaba.
Nos queda aún mucho por hacer. Claro que nos queda mucho. No confundamos el final de un acto con el final de la obra.
Era necesario una cuadratura del círculo: recuperar la economía reduciendo el déficit, hacer reformas estructurales y, todo, manteniendo las medidas sociales. Nos decían que era imposible y por eso nos animaban, por no decir otra cosa, a pedir el rescate.
Los que glosaban las ventajas del rescate no dedicaban ni una palabra a valorar sus contrapartidas sociales.
Estamos dedicando a becas el mayor presupuesto de la historia de España.
El dinero no crece en los árboles tenemos que producirlo con nuestro trabajo diario. Para repartir hay que crear, porque si no lo que se reparte es miseria.
Puedo asegurarles que al término de la legislatura España contará con una de las legislaciones más exigentes para prevenir y castigar la corrupción.
Hubo una iniciativa ilegal en Cataluña que finalmente no se celebró y que fue sustituida por un simulacro.
Claro que hubiéramos preferido que ese simulacro no hubiera llegado a producirse.
Quiero reiterar una vez más que nunca aceptaré que se ponga en tela de juicio la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad de los españoles y sus derechos fundamentales.
Y tampoco permitiré que se pretenda violar lo que dice nuestra constitución o que se pretenda modificar por procedimientos distintos a los que en ella se establecen.
Estamos en condiciones de crear más de 500.000 empleos en 2015.
La legislatura no está agotada y nuestra tarea reformista tampoco.
Se pueden bajar los impuestos y en este caso además se deben bajar las cotizaciones sociales.
Nada de lo que hemos conseguido es irreversible y se puede deshacer como un azucarillo y no depende, sino de nosotros mismos.
La recuperación está expuesta a cambios en la situación económica, a dificultades coyunturales y también a ventoleras ideológicas, o simplemente ventoleras, de las que hemos conocido algunos ejemplos.
Con demagogia no se mantiene el estado del bienestar. Dicho de otra forma, se destruye.
Es muy peligroso pensar... muy peligroso, que cabe una política social que no esté amparada por una solida política económica y es muy peligroso pensar que el estado de bienestar se puede levantar sobre hipotecas.
No es bueno alimentar esa idea de que salimos adelante a pesar de nosotros mismos y a pesar del Gobierno.
¿Cuánto nos falta para alcanzar ese escalón? Tres millones de empleos netos. Ese es nuestro objetivo, porque es alcanzable si no cometemos torpezas.
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