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La anticasta se pone guapa en la revista de la casta

El líder de Podemos concede una entrevista a Vanity Fair en la que dice encontrarse en la misma "barricada" que el papa Bergoglio.

El líder de Podemos concede una entrevista a Vanity Fair en la que dice encontrarse en la misma "barricada" que el papa Bergoglio.
Pablo Iglesias | Vanity Fair

Muy maquillado, con gesto serio y guantes de boxeo. Así se presenta Pablo Iglesias en el reportaje que publica esta semana la revista Vanity Fair sobre las caras nuevas de la política en España. Junto a Pablo Iglesias, la revista también retrata a Tania Sánchez, Alberto Garzón, Borja Sémper, Albert Rivera e Inés Arrimadas. El reportaje también habla de Pedro Sánchez y de Ada Colau, aunque aclara que no han sido entrevistados. Es más, el apartado dedicado a Pedro Sánchez está ilustrado con una panorámica de la bancada del Congreso desde el escaño que ocupa Sánchez, pero sin que éste aparezca en la instantánea.

Volviendo a Iglesias, éste es, sin duda, el gran protagonista y gancho de la entrevista. Con dos guantes de boxeo -de los de antes- Pablo Iglesias contesta al breve cuestionario que hace Vanity Fair. "¿Con quién se identifica?", es la primera pregunta. Pablo Iglesias no tiene empacho en ir directamente a por Jesucristo: "Hombre, no soy como Jesucristo, pero a mí la interpretación que hace Francisco del Evangelio me convence. Creo que ahora mismo Bergoglio y yo estamos en la misma barricada".

En cuanto al resto del cuestionario, pocas han sido las novedades que ha destacado, más allá de apuntar directamente a Zapatero y a Bono como los responsables de filtrar la reunión que mantuvieron con él y Errejón para dañar al PSOE. Dice Pablo Iglesias: "Nosotros fuimos discretos, ellos nos pidieron que no se supiera porque podría hacer daño a su partido. No fuimos nosotros quienes filtramos la información", aclara.

Conocía "lo escrito" de Errejón y Monedero

Repite los mantras de siempre: "Pararemos los desahucios de los bancos", "es un escándalo que el 1% tenga la misma riqueza que el 70% de la población española". También repite los mismos mensajes cuando se le pregunta por los casos de corrupción que pesan sobre su partido: "Es un escándalo publicar portadas de periódicos con informaciones que son falsas. Yo conocía todo lo que se ha escrito sobre Monedero y Errejón, son actividades públicas. Es normal que saquen todo tipo de barbaridades. Sabemos que cualquier cosa la pueden utilizar contra ti".

Tampoco cambia en su "autocrítica" y se define como un tipo arrogante y soberbio, "como me recuerdan mis propios compañeros", dice. Eso sí, deja claro cómo le gustaría cambiar la Constitución: "Pensar los nuevos derechos laborales acorde a las distintas formas actuales de trabajar y producir riqueza; hay que garantizar que no se pueda mercadear con bienes comunes como el agua". Y también se pregunta si "España es una nación de naciones".

Tania Sánchez

Alberto Garzón y Tania Sánchez posan para Vanity Fair | Vanity Fair

A Tania Sánchez le hicieron el mismo cuestionario, y contestó unos días antes de despedirse de Izquierda Unida. Tras su salida, rectificó una respuesta, la que contestaba a la pregunta "¿el día más duro desde que está en política, y el más feliz?". Tania cambió su respuesta y dice: "El día más duro fue cuando tuve que explicar a mis compañeros en Madrid que IU no servía de instrumento de cambio".

Sobre sí misma se define como una mujer con mucho tesón, pero "tengo una mala leche poco gestionable. Respecto a la política, dice que "es como Matrix, si te has tomado la pastilla roja, te la has tomado, no te puedes ensoñar, no la abandonas".

Alberto Garzón

El candidato de Izquierda Unida a la presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, posa junto a Tania Sánchez para la revista. Entre brumas en una azotea de Madrid y retratados en blanco y negro, Garzón cruza los brazos junto a la novia de Pablo Iglesias. La fotografía se tomó antes de que Sánchez rompiera con IU.

Garzón hace autocrítica y dice que su formación "ha olvidado que además de ganar elecciones hay que transformar la sociedad" y añade que "nos hemos encerrado en los despachos". Sobre sus propias debilidades dice que al ser nuevo "implica que cuando yo llegué a mi partido el aparato ya estaba montado. Y los aparatos son muy fuertes".

No esconde su "ambición política" que es "muy amplia". Eso sí, aclara que lo que no tiene es "ambición personal" porque "el coste que conlleva es enorme". Por otro lado, dice que "si tuviera ambición política en el sentido peyorativo, estaría en el PP". Como curiosidad, Garzón confiesa que es "muy cabezota". Tanto que tenía una novia "que me decía que era una hoja de Excell".

Ada Colau

La candidata a la alcaldía de Barcelona y presidenta de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) -que nunca ha tenido hipoteca- , también posa sonriente para Vanity Fair. En una casa llena de casitas de muñecas y subida a una escalera, Ada Colau, repite los mensajes que proclamaba desde la PAH: "Ya he vivido la experiencia del poder ciudadano (…) Cuando hay un suicidio a causa de un desahucio, es un fracaso rotundo de la política". Según dice, ella se dedica a hacer política "con mayúsculas", aunque no ha llegado al poder. Dice haber vivido ya "la experiencia del poder ciudadano".

Borja Sémper

El presidente del PP de Guipúzcoa, Borja Sémper, también posa para Vanity Fair. Éste lo hace medio tumbado en una barbería mientras un barbero le aplica la espuma sobre la cara. "Intento controlar el ego y relativizo los problemas", asegura Sémper, "en Euskadi no contemplaba otra alternativa que dedicarme a la política para combatir a ETA y al nacionalismo obligatorio", confiesa, justo antes de decir que, sin embargo, su primera medida de llegar al poder sería "eliminar el IVA cultural".

También habla de los problemas de us partido y cree que el peor escándalo de corrupción dentro de su partido ha sido "el 'pájaro' de Bárcenas". También presume de trinchera en el País Vasco y dice que "después de haber hecho política en Euskadi en circunstancias muy extremas, luego vienes a Madrid y la discrepancia dialéctica tradicional de izquierda y derecha me parece una broma".

Albert Rivera e Inés Arrimadas

Por último, Vanity Fair también entrevista a Albert Rivera y a Inés Arrimadas. El líder de Ciudadanos recuerda que es "hijo de autónomos" y conoce lo "dura que es esta crisis para mucha gente porque yo lo vivo". Dice que "no hay nada imposible" y confiesa su objetivo de "querer gobernar España". Sobre sus defectos y virtudes, explica el presidente de Ciudadanos, "mi fortaleza es que no dependo de la política. ¿Mi debilidad? la inexperiencia de no haber gobernado aún". Por su parte, Inés Arrimadas ha confesado que lo días más duros de su carrera han sido aquellos de "exaltación del nacionalismo" en Cataluña, donde "he recibido amenazas e insultos por Twitter."

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