La presidenta andaluza, Susana Díaz, continúa con su silencio. En la reunión del Comité Director en Sevilla, evitó en todo momento apoyar la decisión del secretario general del PSOE, Pedo Sánchez, de suspender la ejecutiva regional madrileña y se centró en defender, en clave andaluza, una campaña "en positivo, una campaña bonita, con ilusión y unidad", a pesar de que "algunos quieren una campaña sucia".
Se refería al ámbito de la política regional andaluza, o quizás no, habida cuenta del lapsus que ha sufrido al decir que "Algunos lo están utilizando todo a cinco meses de la cita con las urnas", referencia a las elecciones municipales y autonómicas que evidenciaba que las palabras de la baronesa no tenían sólo la vista puesta en Andalucía donde sus comicios no son dentro de cinco meses, sino el mes que viene.
Una intervención en la que también pidió, dando pie a segundas lecturas: "No voy a permitir que nadie atropelle la dignidad de un partido que está formado por gente honesta y honrada. Que nadie juegue con la dignidad de un partido centenario. Que nadie aproveche el ruido!".
Por ello, pidió ante los suyos "unidad" frente "a los demás que están pensando en ellos". "Que nadie se distraiga. No estamos para distraernos. Sólo podemos distraernos con los problemas de la gente".
Apoyo tibio de los barones
La opinión de Susana Díaz, aunque queda clara tras la ausencia de los ocho representantes andaluces el martes en la reunión de la Ejecutiva que suspendió el PSM, es la que falta oficialmente para saber cuán tocado está el liderazgo de Pedro Sánchez.
La mayoría de las federaciones, pero no las más numerosas, apoyan a la dirección federal, y lo hacen paradójicamente quienes no le apoyaron en las primarias de julio: Extremadura y Asturias. A los barones Guillermo Fernández Vara y Javier Fernández se les une la federación vasca, Idoia Mendía al frente, que hoy destacaba que la decisión de Sánchez "es la mejor para todo el partido". Las mismas palabras empleadas por la federación castellano-leonesa de Luis Tudanca, la del PSOE aragonés de Javier Lambán.
Sin embargo, frente a las comunidades de pequeño tamaño se sitúan otras como la valenciana. Su líder, Ximo Puig, no dudó este miércoles en manifestar su "desazón", ni en reconocer que la situación "no es buena" sino "complicada". Fuentes de su entorno han manifestado sus críticas en las "formas" de Pedro Sánchez, hacia Tomás Gómez, pero también son algunos barones a la hora de comunicarles la decisión. De hecho, Puig fue informado por el secretario general del PSOE a las 11:00 horas de este miércoles.
"No fue una consulta sino una información", dicen estas fuentes que comparten criterio con otros territorios que también tienen quejas sobre la política de comunicación de Sánchez hacia las federaciones territoriales. De ahí, el apoyo poco entusiasta que este jueves mostraba el líder castellano manchego, Emiliano García Page: "En tiempos de turbulencias, hay que estar con el capitán del barco". Un 'hay que estar' que refleja el deber pero no el querer.
De ahí que el portavoz parlamentario, Antonio Hernando, asegurara en el Congreso que está escuchando "mayoritariamente comprensión a la decisión". Comprensión, pero ni apoyo ni defensa a ultranza de los barones.