Uno de los históricos socialistas que este jueves analiza el terremoto que se vivió este miércoles en la Federación Socialista Madrileña es Nicolás Redondo Terreros. En un artículo en el diario El Mundo titulado "Cambio o desaparición", Redondo Terreros no circunscribe la destitución de Tomás Gómez como un problema doméstico del PSM, sino que afirma que "la crisis del socialismo madrileño sólo corrobora la crisis general del socialismo español". Para Nicolás Redondo, el PSOE "atraviesa una crisis de identidad ideológica y orgánica desde hace mucho tiempo".
En esta crisis, Redondo Terreros enmarca el intento del PSOE de querer ser "el 15-M sin bajarse del coche oficial, republicanos y monárquicos a la vez, autonomistas y federalistas". Una situación que enmarca al socialismo en España en una "encrucijada definitiva: o se refunda o deja de ser útil a medio plazo".
El PSOE debería, en palabras de Nicolás Redondo Terreros, "adquirir unas señas de identidad ideológicas estables y modernas" que le permitan "ocupar una posición reformista e institucional, dirigiendo su discurso a la mayoría del centro izquierda". El problema, sigue, es que "el miedo al cambio de unos, la comodidad de otros y el egoísmo de muchos ha retrasado demasiado la toma de decisiones y hoy, acuciados por las elecciones, el tiempo transcurre en nuestra contra".
En su artículo, también recuerda que las "luchas intestinas" en el PSM han sido "el origen de todas las disputas y conflictos del socialismo español", aunque también "de las ideas más innovadoras". En este sentido, habla de "Gómez Llorente, Pablo Castellanos o Miguel Boyer". También de "Javier Solana o de Joaquín Leguina", a quien tacha de "brillante y casi siempre con un pie más allá del partido.
¿Dónde sitúa Nicolás Redondo Terreros el cambio de tendencia en el PSM? En la operación de Zapatero para 'dimi-cesar' a Rafael Simancas para "imponer al 'alcalde más votado de España', en aquel entonces un Tomás Gómez desconocido para la inmensa mayoría del partido".
En definitiva, pese a que "habrá quien querrá que veamos lo que sucede como un conflicto más de una organización territorial del PSOE", en realidad no es más que un reflejo de la crisis de identidad de los socialistas.
El Mundo refuerza la alusión de Nicolás Redondo Terreros con una información en la que repasa los resultados electorales, desde Alonso Puerta, elegido secretario general de la Federación Socialista Madrileña en 1977 y concejal del Ayuntamiento de Madrid por el PSOE dos años después, hasta Tomás Gómez. En el camino, destacan Joaquín Leguina que en 1983 formó gobierno con el 50,7% de los votos (51 escaños) frente a Guillermo Perinat (34 escaños) para la Comunidad de Madrid y en 1987 que venció a Gallardón con el 37% de los votos (40 escaños).
También recuerda El Mundo a Teófilo Serrano, que fue secretario general de los socialistas en 1991, aunque el candidato volvió a ser Leguina, que esta vez perdió ante Gallardón. El popular sacó 47 escaños frente a los 41 que obtuvo el candidato socialista.
En 1994 Lissavetzky toma las riendas del partido socialista en Madrid, aunque el candidato para la comunidad volvía a ser Leguina. Su derrota frente a Gallardón en el 95 fue aplastante (54 escaños a 32).
Todavía con Lissavetzky como secretario general del PSM, Cristina Almeida fue la candidata del PSOE y tampoco sirvió contra Gallardón. Almeida perdió 39 escaños a 55.
Luego llegó Simancas a la Federación Socailista Madrileña, y en 2003 fue el candidato. El PSOE mejoró muchísimo sus resultados, pero no fue suficiente para ganar a Esperanza Aguirre. Simancas sacó 45 escaños frente a los 57 de Aguirre. En 2007 volvió a intentarlo, aunque en esta ocasión Aguirre arrasó 67 escaños a 42. Tras un paso casi insignificante de Cristina Narbona por el PSM, Tomás Gómez tomó las riendas del partido en Madrid. En 2011 obtiene 36 escaños (6 menos que Simancas) frente a Aguirre. En los sucesivos procesos electorales que se han sucedido desde que él es secretario general del PSM, sus resultados no han hecho más que empeorar.