La opinión generalizada en el partido del Gobierno es que la infanta doña Cristina debería renunciar sin demora a sus derechos dinásticos. "Por el bien del Rey", era el principal argumento, que recogió este diario hace ya unas semanas. Si bien, públicamente, el Ejecutivo sigue renunciando a ejercer presión en este sentido: "no se ha realizado ninguna gestión de esa naturaleza", descartó por completo la vicepresidenta.
El mismo día que el juez José Castro rechazó el recurso de la infanta, el Ejecutivo quiso mantenerse al margen pese a que, en privado, admiten que un paso atrás de doña Cristina dejaría a su hermano el Rey "sin ataduras". Pero, la posible renuncia es "una decisión personal", afirmó Soraya Sáenz de Santamaría al término del Consejo de Ministros. Y no es la primera vez que se pronuncia en términos parecidos.
Lo más que hizo la portavoz del Ejecutivo fue echar la pelota al tejado de Zarzuela en tanto en cuanto el asunto afecta "a la familia del Rey" y a una institución en la que el Gobierno "no tiene competencias".
En palabras de Sáenz de Santamaría, es doña Cristina la que ha de dar el paso y renunciar a sus derechos. "Compete a la propia infanta", dijo. Algunas voces de Moncloa sugieren que don Felipe estaría tratando de que su hermana tome esa decisión que, reiteran, es "personal".