Mariano Rajoy trasladó a las tropas en el extranjero que su misión no se dará por cumplida "hasta que regresen a España con sus familias" y recordó a aquellos que "tristemente se han quedado por el camino", en homenaje a los caídos por la patria. Las fuerzas armadas fuera de casa, a través de vídeo-conferencia o únicamente por audio, mostraron su "orgullo de españoles y de servir a los intereses de la nación".
Desde Líbano, Afganistán, la República Centro-Africana, Senegal, Yibuti o la Antártida, se esperaba el tradicional mensaje navideño del jefe del Gobierno. "Con ello, tengo la oportunidad de hacer público mi agradecimiento y el de todos los españoles", dio inicio Rajoy, que recordó que -con su trabajo, pese a estar tan lejos de su país de origen- ayudan "a la seguridad de los españoles".
"España es una gran nación y lo es, sin duda y en gran parte, por la entrega y la vocación de servicio de sus militares", resumió el presidente tras escuchar el saludo de las tropas. Su discurso llega después del sorpresivo desplazamiento de Soraya Sáenz de Santamaría, su número dos en el gabinete, a la base de Herat, en Afganistán.
Pese a las limitaciones del Ejército y a la reducción de presupuesto que ha sufrido el Ministerio de Defensa en los últimos años, Rajoy sacó pecho en presencia de Pedro Morenés del cuarto de siglo de misiones en el exterior. "Con la satisfacción y el orgullo de servir a España", expuso, se han puesto en marcha proyectos de cooperación y sanitarios y se ha repartido una cantidad ingente de ayuda humanitaria. "Se han enfrentado a terrorismo y catástrofes naturales", puso como ejemplo.
España, a ojos del Ejecutivo, es hoy un aliado fiable de la Unión Europea y la OTAN. Y de ahí que, recientemente, también haya conseguido un asiento por quinta vez en la historia en el Consejo de Seguridad de la ONU. Por ello, Rajoy les dio las gracias y avanzó los nuevos retos del Ejército, como su desplazamiento a Turquía.
Un trabajo que hacen "en beneficio de España", quiso remarcar el presidente, que citó expresamente a la Guardia Civil. "Ayudan a defender a España, nuestro país, más allá de nuestras fronteras. Que nadie lo dude (…) ustedes están defendiendo a España", se reafirmó.
El presidente les agradeció su compromiso "jurando la bandera" y que, tal y como se reconoce en privado, muchas veces no está lo suficientemente reconocido. Una vez concluyó, las tropas le hicieron sentir que "nos encontramos muy bien de moral" pese a todas las dificultades.
Fue, sin duda, el momento más emotivo: cuando los mandos le devolvieron el saludo a Rajoy. Algunos con felicitaciones navideñas llegadas de niños de distintas provincias de España, otros con dulces típicos traídos desde casa. Todos coincidieron: "estamos orgullosísimos de lucir la bandera de España".