Mariano Rajoy evitó echar un capote a la infanta Cristina -como sí hizo públicamente, al menos, en dos ocasiones anteriores- y se limitó a asegurar que "por suerte, la imagen de la Corona española es estupenda" con independencia del caso Noos.
Preguntado expresamente sobre si doña Cristina debe renunciar a sus derechos dinásticos -como así opinan cargos de su propio partido consultados por este diario-, el presidente rehusó contestar alegando que no iba a "entrar" en decisiones adoptadas por otro poder que no fuera el Ejecutivo.
Para Rajoy, lo importante es que la institución monárquica goza de buena salud y "los españoles hablan" de esa imagen en positivo.