"Yo no voy a hablar de cuestiones internas, pero me siento más respaldado hoy que cuando gané las primarias". Con esta contundente frase pretendió el líder del PSOE, Pedro Sánchez, zanjar la polémica sobre las críticas que entre los barones ha suscitado su excesivo protagonismo. En un desayuno informativo de Europa Press en el que el presentador no le preguntó por la reciente reunión en Sevilla entre Eduardo Madina, y la presidenta andaluza, Susana Díaz, Sánchez prefirió no alimentar a los críticos con su gestión y enarboló la bandera de la paz.
"Para mí, es fundamental la visibilidad de los dirigentes. No tengo ningún problema con ninguno y tenemos que potenciar la visibilidad de nuestros dirigentes". Ceder protagonismo de cara a unas elecciones municipales y autonómicas en las que, según denunció el entorno andaluz, "los protagonistas son los candidatos, y no la campaña de promoción del secretario general".
De ahí, el tercer mensaje de Pedro Sánchez en este evento informativo. "Salimos a ganar las elecciones. Y no le quepa duda de que todos los candidatos van a sentir el apoyo de su secretario general".
Los "celos de Susana"
Sobre la presidenta Susana Díaz, públicamente Sánchez se limitó a calificar como "muy buena" su relación "como el resto de los secretarios generales". Y preguntado por si aspirará a una carrera nacional en las próximas elecciones, en función del resultado en las municipales y autonómicas, Sánchez negó tajante esa posibilidad haciendo uso de las palabras de la baronesa en el pasado. "Susana lo ha dicho por activa y por pasiva. Su objetivo está en Andalucía".
Pero fuentes de la dirección federal del PSOE denuncian a Libertad Digital los "celos de Susana" con el protagonismo y expectación mediática que despierta Pedro Sánchez, a quien ella "utilizó para que perdiera Madina".
Ahora, " y como siempre en el PSOE", "hay algunos que siempre malmeten". Porque en la primera ola de críticos que experimenta el actual secretario general del PSOE lo que se esconde es una lucha de poder interno que nace en "la fuerza del sur" y en una presidenta que, según relatan estas fuentes, "parece que piensa que cuanto mejor le vaya a Pedro, peor le va a ella". Sin duda alguna, el objetivo de Susana Díaz no es otro que Madrid, pero no todavía.