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Reprimenda de Santamaría a Pedro Sánchez: "¿Qué quiere usted hacer?"

El Gobierno desdeña la reforma de Sánchez por inconcreta. "¡Un párrafo!", se quejó la vicepresidenta, que endureció el discurso contra el PSOE.

La vicepresidenta llega acompañada de los titulares de Justicia y Hacienda | D. Crespo

Nunca antes la puerta ha estado tan cerrada, al menos de cara a la opinión pública. Hace justo un año, coincidiendo con el aniversario de la Carta Magna, el presidente no descartaba una reforma del texto de 1978: "no me cierro en banda pero quiero saber para qué y con quién contamos", era su respuesta a los periodistas. El problema, aducen hoy, es que el grado de inconcreción es el mismo pese a que Pedro Sánchez haya hecho de este asunto su bandera política.

Así, ante la petición de crear una subcomisión en el Congreso para abordar la hipotética reforma, la vicepresidenta articuló una contundente y estudiada respuesta al líder de la oposición. "¿Qué quiere usted hacer?", le espetó a bocajarro, para a renglón seguido glosar las lagunas que -en opinión del Gobierno- tiene la oferta socialista. "La única propuesta concreta que tiene es derogar la reforma que avalaron hace tres años", se quejó, en relación a la obligación de cumplir con el déficit público.

No es habitual que Soraya Sáenz de Santamaría utilice la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para atizar de forma tan dura a Sánchez. Pero, según dijeron después fuentes gubernamentales, "no se puede engañar a la gente diciendo que se tiene una propuesta" cuando en realidad "no hay nada más allá de un titular". "Un párrafo" es lo más que han ofrecido los socialistas, a ojos de la portavoz, que tachó de "absolutamente inconcreta" la hoja de ruta socialista.

Para el Ejecutivo, lo primero que debería de hacer Sánchez -y de ahí que le instara a la "reflexión"- es apoyar el paquete de 70 medidas contra la corrupción esbozado por Rajoy y, ya después, plantear de forma seria cuál es su reforma. "¿Dónde está el PSOE?", lanzó como pregunta Sáenz de Santamaría. A su juicio, no faltan foros para el estudio sino una verdadera propuesta. Y enumeró una catarata de dudas sobre los planes del líder de la oposición: "¿defiende el blindaje de la educación y la lengua?", planteó después de que éste sugiriera ceder competencias a las comunidades. También le interpeló ante un posible cambio fiscal -se refería, en concreto, a posibles beneficios para Cataluña- o si lo que busca es "un modelo simétrico o asimétrico". Y le avisó: "no son dudas pequeñas".

Una dura respuesta que no es más que la constatación de que Rajoy no quiere transitar por un camino que no le ofrece prácticamente ninguna garantía. No hay "fondo" en la idea de Sánchez y ni mucho menos "consenso", según el análisis gubernamental. "Tenemos el Estado más descentralizado del mundo", quiso sacar pecho la vicepresidenta a un día de que el Congreso se vista de gala para festejar el cumpleaños de una Carta Magna en sus horas más bajas.

El presidente, que ya le dijo que "no" a Sánchez por teléfono, insistirá este sábado en que no se dan las circunstancias para abrir un melón que, opina, traería más inestabilidad. Según Rajoy, en lo que tendrían que convenir es en la defensa del sistema vigente y en dejar claro a Artur Mas que fuera de la ley no tiene margen de maniobra. El tablero de juego cambiará las tras elecciones generales, cuando ni tan siquiera se descarta un gobierno de gran coalición -esto es, formado por populares y socialistas-.

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