El presidente del Gobierno se puso como máxima no hablar "ni de listas, ni de nombres, ni de partidos" en el pleno extraordinario sobre corrupción. La única excepción iba a ser una defensa de Ana Mato tras su salida forzada del ministerio de Sanidad. Su objetivo era poner en valor sus medidas de regeneración democrática y buscar consensos, si hubiera posibilidad. Pero en su última intervención -después de la cual la oposición ya no interviene- se revolvió contra las acusaciones de Pedro Sánchez y acabó recurriendo al y tú más del que pretendía huir.
Antes, y ante el respaldo a Mato de Mariano Rajoy, el líder de la oposición preguntó irónico en su turno de réplica: "Me dejan ustedes preocupado. ¿Ha dimitido Ana Mato por problemas de salud?". Y añadió que esta dimisión que "apunta directamente al PP", ya que, al igual que ella, aparece en el auto del juez Ruz como partícipe a título lucrativo en la trama Gürtel. Por ello, "al verse obligado a cesar a la señora Mato, alguien tendrá que dar nuevas explicaciones y asumir responsabilidades en el PP" por haber incurrido en la misma falta: lucrarse de la trama Gürtel.
Fue entonces cuando Rajoy estalló, pese a que dijo que no entraría en ese tipo de confrontación. Su lucha contra la corrupción, le afeó a Sánchez, "tiene un límite muy claro en Despeñaperros". El presidente llegó a citar el caso de los ERE y otras tramas que tienen en vilo a dirigentes del partido socialista en Andalucía. Y así dio por concluido el pleno entre los aplausos de los diputados del PP.