Mariano Rajoy tenía este martes por la mañana una de esas citas a las que tan aficionado se ha mostrado en las últimos meses. Debía hablar de economía, su tema preferido, y en un foro convocado por un medio extranjero. El Financial Times celebraba en Madrid el FT Spain Summit 2014, un encuentro entre políticos, periodistas y empresarios para analizar la marcha del país y su futuro cercano, y al presidente le correspondía el honor de inaugurarlo.
Al final, lo cierto es que en cuestiones económicas Rajoy no ha dado muchos titulares. Ha defendido la acción de su Gobierno: "En 2012, había muchos que decían que España iba a la quiebra y a la salida del euro", ahora la previsión oficial es del "1,3% para este año y del 2% para 2015, la situación sigue siendo complicada, pero este año habrá crecimiento económico por primera vez en mucho tiempo".
El tema del que todo el mundo quería hablar era Cataluña y la desconvocatoria (o no) del referéndum por parte de Artur Mas. Sin embargo, el presidente ha dedicado unas palabras, a preguntas de Gideon Rachman, editor jefe de internacional del diario británico, a la situación política en Europa, caracterizada por el auge de los extremismos. Rajoy ha querido defender el sistema actual y lanzar una clara advertencia acerca de estos nuevos partidos, en lo que todo el mundo ha interpretado como una clara alusión al crecimiento de Podemos en las encuestas.
"Me siento europeo y quiero vivir en Europa", que ha defendido que "el sistema de partidos tradicional" en el Viejo Continente "es el bueno". En su opinión, "los grandes países son aquellos que tienen un sistema de partidos de dos-tres-cuatro" grandes fuerzas políticas, como "Alemania, EEUU, Canadá o Francia". Y ha avisado, "cuando no hay partidos puede surgir gente diversa, llamémosla de esa manera".
De hecho, ha insinuado que no sería bueno que España se convirtiera una excepción en la norma europea (el sistema de partidos dominado por conservadores y socialistas): "No he visto en el Consejo Europeo a nadie que me parezca atrabiliario o extraño", se ha congratulado y ha anticipado: "Confío en el sentido común de los ciudadanos europeos, porque eso también forma parte de nuestros valores, nuestras esencias y nuestra forma de ser".