Podemos señala a la recuperación económica y el PSOE como sus grandes enemigos
El documento que detalla los "principios políticos" de Podemos es más una estrategia electoral en la que identifican enemigos.
Los máximos responsables de Podemos han diseñado un "borrador de principios políticos" que firman la mayoría de los pesos pesados de la formación. Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa y Luis Alegre.
El documento, de once páginas, ha visto la luz con otros en los que se presenta una estructura organizativa para el nuevo partido y también unos "principios éticos" que deberán asumir todos los "inscritos" de la formación. Los tres textos deberán ser discutidos y aprobados en el proceso asambleario en el que está inmersa la formación.
¿Principios o estrategia?
Por lo que se refiere a los principios, lo cierto es que se trata de un texto ampuloso y barroco, en algunas ocasiones rozando la cursilería y en otras entrando de lleno en ella, en una prosa que recuerda mucho a la del que pasa por ser "ideólogo" del partido: Juan Carlos Monedero.
Sin embargo, pese a su aparente profundidad, más que un conjunto de principios políticos nos encontramos ante un documento de estrategia política, con los pasos que se han de dar para aprovechar "ventana de oportunidad histórica" que se ha abierto en España, siempre en opinión del redactor de texto.
También señala algunas de las amenazas que pueden afectar al nuevo partido, entre ellas la "feroz campaña de ataques, estigmatización, criminalización y desprestigio que sufre nuestra joven formación".
Contra el PSOE y la recuperación
Según estos principios políticos de Podemos nos enfrentamos a una descomposición política y moral de las élites tradicionales" que empezó a tener una respuesta en el 15M y que es poco menos que consecuencia de "30 años de neoliberalismo".
Ante esto los partidos han respondido de forma muy diferente, el PP "acumulaba un poder inédito" que le servía para lanzar "un duro y ambicioso proyecto de reforma oligárquica del Estado". En IU, por su parte, "una parte de las élites dirigentes de IU, vinculadas generacional y culturalmente al orden de 1978, han tenido en general- y salvo honrosas excepciones- reacciones tímidas y conservadoras".
Lo más curioso, sin embargo, son las referencias al PSOE, del que reconocen que "es su crisis la que abre las oportunidades políticas para una nueva mayoría". De hecho, el documento llega a admitir que "si se recompusiera siquiera parcialmente de su desprestigio y sus problemas internos, y postulase un nuevo líder con pocos vínculos simbólicos con el pasado, podría recuperar parte del espacio perdido", lo que "estrecharía" las posibilidades para una "fuerza de ruptura democrática".
Más llamativa es, todavía, la segunda de las "amenazas" que identifica para su expansión: "Que el Gobierno intentase presentar tímidas ‘evidencias’ de que las medidas de ajuste nos han hecho pasar ya lo más duro y que se avecina la recuperación". Es decir, que aunque lo digan con retórica ampulosa y vericuetos, en Podemos reconocen que la recuperación económica mina sus posibilidades electorales.
Encasillados como "extrema izquierda"
En cualquier caso, y a la espera de la recuperación de la economía y del PSOE, en Podemos estiman que "se ha rasgado el mito de la imposibilidad de una mayoría que no pase por el PP y el PSOE", hay una "grieta en el imaginario del orden" y seguramente por eso "la casta se ha mostrado claramente a la defensiva".
Dentro de la batalla de esa "casta" contra Podemos se han producido algunas cosas como su "encasillamiento en una posición simbólica de ‘extrema izquierda’, ignorando –gran injusticia- la diversidad de sus votantes y simpatizantes".
Así, el documento en lugar de izquierda o derecha, prefiere denominar a Podemos como "paladines de la dicotomía ,nuevo/viejo’" y "la irrupción plebeya en la política oficial", papeles que puede representar "por capacidad, honestidad y voluntad". Esta autocomplacencia recorre todo el documento y llega a momentos como asegurar que van a "inaugurar la transparencia y la honestidad".
Estrategia electoral
Aproximadamente la mitad del documento se destina no a los principios sino a la pura y dura estrategia electoral, incluso desde un encabezamiento inequívoco: "Atreverse a vencer: decisiones ante el ciclo político-electoral".
El análisis parte de asegurar algo que por otro lado es bastante obvio como que "estamos en un año decisivo para la historia de España", un momento para ser "cuidadosos y astutos para responder a un orden de las elecciones –se refiere a las convocatorias electorales- que no necesariamente nos favorece".
Así, los de Podemos aceptan que las elecciones municipales llegan "demasiado pronto" para presentar candidaturas fiables en todos los ayuntamientos, temerosos de lo que podría suponer en términos de imagen pública la aparición de algunos pocos candidatos que tuviesen comportamientos irregulares o rompiesen la coherencia del partido.
En lugar de candidaturas propias, por tanto, Podemos apoyará y se implicará "en las iniciativas municipalistas que cumplan a rajatabla con los requisitos de la nueva política, la transparencia, la regeneración y –nada de apoyos altruistas- las posibilidades de victoria y cambio". En este sentido, lanzan un claro mensaje a candidaturas como la de Ada Colau: "Las candidaturas que quieran reproducir prácticas de la vieja política –se llamen "Ganemos" o de cualquier otra forma- no son candidaturas a las que ofrecer nuestro trabajo ni nuestro apoyo".
En cualquier caso, las candidaturas de Podemos o a las que apoye Podemos deberán "estar abiertas a ser decididas por la ciudadanía" y los pactos a posteriori "no pueden comprometer la estrategia general de cambio en el país". Se debe tratar, además, de candidaturas que no busquen "ubicarse en la izquierda del tablero sino ocupar la centralidad" y tampoco deben ser de "activistas y movimientos haciendo política-estética para sí mismos".
No a los pactos con partidos "tradicionales"
Respecto a las elecciones autonómicas, las instrucciones no son muy claras más allá de algunos puntos concretos y, eso sí, intentan darse margen de actuación para diferentes estrategias según la comunidad autónoma de la que se trate, permitiendo según el caso "agrupaciones más amplias que en ningún caso sean sumas de partidos políticos".
De hecho, y de aprobarse el documento esto sí podría tener consecuencias importantes en el panorama político post electoral, especifica que "las candidaturas de Podemos a las elecciones autonómicas tendrán que (…) comprometerse a no sostener a los partidos tradicionales y sus políticas de empobrecimiento y saqueo", además de "conformarse por elecciones primarias" y "estar alineadas con la hipótesis, las formas, contenidos y objetivos de Podemos en todo el país".
Finalmente, y esto no deja de ser llamativo, no hay prácticamente nada en cuanto a la estrategia para una generales, exceptuando una cita de Rousseau -que es perfecta para ilustrar el tono de todo el documento- sobre los "partidos que sólo pintan la primavera desde el invierno".
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