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Rajoy y Sánchez chocan por la respuesta a Mas y la reforma constitucional

Génova ve "impresentable" la postura de Sánchez en Cataluña y desdeña su propuesta estrella: "Propone un cambio de Constitución, no una reforma".

Al partido en el Gobierno no le está gustando en absoluto la hoja de ruta marcada por Pedro Sánchez en Cataluña. El distanciamiento parece cada vez mayor, y de ahí que María Dolores de Cospedal no dudara en asestar al nuevo líder de la oposición su primera gran reprimenda pública. "Espero que recupere la cordura", llegó a afirmar al término de un Comité de Dirección del PP, centrado en el pulso de Artur Mas.

En la reunión que Sánchez y Mariano Rajoy celebraron a finales de julio, el único punto -esencial, eso sí- en el que no disintieron fue en el relativo a que Mas ha de someterse a las leyes y la Constitución y, de ahí, que la consulta del 9-N fuera claramente inconstitucional. Una máxima que queda en entredicha, a ojos de la dirección nacional, por el voto a favor del PSC a la ley de consultas. "¿Por qué el PSOE votó a favor?", se preguntó varias veces Cospedal en rueda de prensa. "Sorprende" porque "sabe que es absolutamente contraria a la Constitución y a nuestro ordenamiento jurídico".

En privado, la dirección nacional utilizó términos muy duros contra Sánchez: su postura, adujeron, está siendo "impresentable". Y la número dos del PP no dudó en atizarle una y otra vez a micrófono encendido. "Tiene la obligación de explicar su posición -sobre Cataluña- a los ciudadanos", reiteró, no sin recalcar a renglón seguido que "no sé cómo lo podrá explicar incluso a los votantes socialistas".

El portazo de Ferraz al eje constitucionalista propuesto por la propia Cospedal es un elemento más que pone de manifiesto la brecha entre los dos grandes partidos. También el rechazo que el grupo socialista mostró a la propuesta del PP en la que se pedía que se apoyara que la Generalidad tuviera que cumplir con la Carta Magna. "En esto teníamos que estar juntos. Sánchez prometió lealtad. Es absolutamente impresentable", en voz de un alto cargo de Génova.

En este contexto, Cospedal despachó con rapidez la enésima petición de Sánchez de un cambio de la Constitución. "Propone un cambio de Constitución, no una reforma", alertó de entrada, pese a reconocer que no sabe más allá del "titular" porque el PSOE sigue sin explicar el contenido. "Sánchez no dice en qué consiste la reforma (…) Lo que hace es plantear como solución una reforma que no dice en qué consiste. Una reforma federal que plantea un cambio de modelo de Estado es un cambio de Constitución. Si lo que propone a los que incumplen la Constitución es hacer una Constitución a medida, no me parece lo más acertado", fue el argumento ofrecido por la número dos del PP.

En esta escenificación de choque político también participó Alfonso Alonso, el portavoz del Grupo Popular: "no sabemos si vamos a ser los Estados Unidos de España o qué, es muy difícil pronunciarse sobre propuestas indefinidas", dijo a primera hora en TVE. Alonso tachó la propuesta de mero "movimiento táctico" derivado de la coyuntura en Cataluña.

El Gobierno, preparado para responder

El toque de atención -muy duro en las formas- de Cospedal no es casual, en víspera de que el Ejecutivo presente los recursos ante el Tribunal Constitucional una vez Mas dé el paso y convoque formalmente la consulta. La secretaria general mantiene un contacto fluido con Rajoy, por lo que se desprende claramente que el jefe del Gobierno ha querido mandar un aviso muy claro a Sánchez de que el camino escogió no es el correcto.

Fuentes del Gobierno reiteraron a este diario que todo está "preparadísimo" para responder a la Generalidad. Si Mas siguiera con su amenaza una vez pronunciado el Alto Tribunal, la Moncloa respondería "con la Constitución", aunque Cospedal no quiso adelantar acontecimientos. "El Gobierno responderá con la ley en la mano a lo que tenga que responder", dijo.

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