No pocos cargos del PP se convirtieron rápidamente en comentaristas de lo que estaban viendo en televisión. "Pedro Sánchez en Sálvame", se escribían atónitos. Quienes no pudieron verlo en directo, recurrieron a los medios digitales para poder acceder al vídeo. Casi de inmediato, la incursión telefónica de Sánchez era la comidilla en los círculos populares, informa Pablo Montesinos.
Los comentarios de pasillo no tardaron en escucharse. Al más alto nivel, se tachó de "torpeza" fruto de intentar ganar "protagonismo" a toda costa. "Es la presión de las encuestas", en opinión de un alto cargo, que dijo sentir sonrojo. "Poco tiene que ver quién llama a un programa de cotilleos con un hombre de Estado. El líder del PSOE tiene que estar a lo importante y a la mayor", corroboraba un histórico del partido, siempre en conversación informal.
La impresión generalizada es que había metido la pata, y que se debe a que quiere salir en los medios a toda costa. Ganar presencia. De hecho, deslizan, en los próximos días aparecerá en programas "no del todo serios", como el de Risto Mejide.
Oficialmente, se guardó mutismo. Pero en el PP no se hablaba de otra cosa. "¿De verdad me lo estás diciendo?", exclamaba uno de los pocos dirigentes que dijo no haberse enterado de la noticia. La mayoría sí que opinaba en privado, y a muchos se les escapaba cierta sonrisa maliciosa. Aunque, pasada la burla, algunos cargos coincidieron en que el secretario general del PSOE "no puede estar, una tarde de miércoles, con la que tenemos montada, entrando en Sálvame".