María Dolores de Cospedal reunió, como cada lunes, al Comité de Dirección en la sede nacional de la formación. Sin embargo, en plena tormenta interna por la posibilidad de que el Gobierno guarde definitivamente en un cajón la reforma de la ley del aborto, ningún integrante de la cúpula compareció en rueda de prensa.
Un componente de la dirección desveló, en conversación informal con este diario, que la espinosa cuestión se abordó "de pasada" en el despacho -que fue breve- y que, en ningún caso, se fijó una postura clara. De igual forma, se informó de que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, tiene un encuentro con periodistas en el Vaticano y "también estamos esperando a lo que diga".
Normalmente, si la secretaria general del PP tiene otros compromisos -según un portavoz, Cospedal tenía previsto trasladar sus condolencias por el fallecimiento de Isidoro Álvarez, presidente del Corte Inglés- es Carlos Floriano -el siguiente en la jerarquía popular- quién responde a las preguntas de los informadores.
En esta ocasión, nadie compareció tras maitines. Y todo parece indicar que existe relación -al menos, así lo reconocen algunas fuentes consultadas- con la brecha abierta por la reforma del aborto. Este diario publicó el sábado que Alberto Ruiz Gallardón se encuentra en una situación muy delicada y que la relación con Cospedal no es buena desde hace ya tiempo.
Ningún portavoz de Génova ha apoyado explícitamente al ministro de Justicia desde que se conociera que la reforma podría no ver la luz esta legislatura.